La parábola de la tía buena del bar

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Sentaos en el suelo a mi alrededor que os voy a explicar una parábola. La de porque nunca nunca nunca habéis de desear ser “la chica más guapa y que esté más buena del bar”.

Una vez explicada la parábola os diré que relación puede tener eso conmigo y con algo que me ha pasado en el trabajo hoy.

Muchas mujeres, leéis estos rollacos que escribo, y os puede sonar el tema a cercano… Dicen que toda mujer sueña con ser la más guapa, la más admirada, la más reconocida por su belleza… Vamos todas soñáis con estar buenas. Como los tíos, eh, al menos cada vez más… Pero habréis de reconocer que a veces esos sueños o deseos se pueden convertir en la pesadilla de Elm Street más espantosa del mundo.

Muy bien, eres una tía, estás en un bar, y de pronto te conviertes en la tía más espectacular que se pueda soñar, la más buenorra con diferencia. De esas que pueden elegir al mejor tío del mundo con una caidita de ojos. Genial ¿no? Todos para mí, el que quiera será mío… Pero ojo, ojo, que la cosa puede que no sea tan buena. ¿Qué pasa si la situación no es como la que pensábamos? ¿Qué pasa si la mitad de los del bar están borrachos? Hmmm… No sé cuantos tíos como una cuba tirándote los trastos sin complejo alguno, sin atender a tus "noes"… Vaya una lata… ¿Qué pasa si los que están sobrios son una panda de feos barrigones (por poner un ejemplo de feura “estándar” no se me pique nadie)? ¿Qué pasa si los que no son ni lo uno ni lo otro son unos salidos que lo primero que hacen es tocarte el culo? O si se te acerca uno que le huele el aliento… A otro se le mueve el peluquín… Otro a los dos segundos te está hablando de su madre… El otro te dice que está preparando una mara… una mara… una maravilla de actividad dentro de 46 días… El de más allá te pregunta que cuanto cobras por hacer no sé qué que te dice el oído… Otro se acerca ti abre la poca pero no es capaz de articular palabra… Y finalmente el único decente que queda, que parece guapo y no te ha echado los trastos, resulta que a eso de las tres lo ves que se va cogido de la mano con uno de los camareros que ha acabado turno…

Eres la tía más buena del bar pero no te ha servido de nada, es más sólo te ha traído problemas…

Seguro que a vosotras, seguidoras mías os ha pasado alguna vez que sé que todas estáis para mojar pan...

Bien pues eso que os he contado, todo y siendo verdad es sólo una parábola (entiendase así). Una parábola para explicaros algo que nos ha pasado en el curro hoy…

Nuestro jefe supremo, CCC, nos ha reunido en una sala a cinco de los más experimentados para decirnos que un compañero nuestro está a punto de reventar. Es un compañero que ya ha tenido alguna vez que ausentarse algún tiempo por depresión de stress en el curro… El caso es que el chico, este compañero nuestro, es bastante bueno trabajando. Yo diría que muy bueno, muy peculiar pero un tío que sabe mucho… Actualmente lleva una de esas piezas que son muy importantes en una aplicación informática. Una que está en contacto con casi todas las demás… Eso le está llevando a que en la actualidad se esté viendo desbordado por todos nosotros, que le pedimos que nos haga cosas, que resuelva problemas, que nos responda dudas, que nos cuente un chiste, etc… Un tío genial por cierto, si lo conocierais os mearíais de risa… Pero todo el mundo tiene un límite… Y nuestro jefe nos ha dicho que le mimemos, que no le atosiguemos mucho, y me ha nombrado a mí y a otro compañero portavoces de los demás… Una decisión rara, pero creemos que si sólo dos personas le hacen preguntas quizás se sienta menos agobiado, y como con menos frentes abiertos… Veremos como sale, yo voy a intentar limitarle todo el trabajo que pueda... Xavi multiusos será un paraguas...

¿Qué? ¿Veis la relación con la tía más buena del bar? Pues bien, mi compañero es como la tía del bar. Él es el que más sabe de muchas cosas (la belleza de la tía buena), pero tiene la mala suerte de haberse metido en un bar en que estamos todos los demás (los borrachos), los problemas (los feos barrigones), las incidencias (el del mal aliento), nuestras dudas (los que te hablan sólo de deporte), los que no saben pq pero te preguntan sobre lo que sea (el que te mete mano a la primera de cambio), etc… De que le sirve a él ser el que más sabe de algo, el que ha hecho la pieza más importante del puzzle, si luego el único guapo (los días de trabajo sosegados) se van con el camarero del primer turno (los demás compañeros que hacemos piezas menos comprometidas)…

Ahora ya está clara la analogía ¿no?… Yo pasé por momentos similares hace más o menos un año antes de endiñarles, que diga, traspasarles mi proyecto a Kaos y Willow… Me convertí en la rubia macizorra del bar al que todos los tíos le entraban. Toda la faena me caía a mí… Todo lo que se movía me lo quedaba yo… En una misma tarde mi jefa me podía cambiar la prioridad de trabajo tres o cuatro veces, el último papel que me ponía sobre la mesa, eso debía hacer… Y no exploté pq Dios no quiso la verdad, y pq yo aunque siempre os diga que me agobio, en el fondo, soy muy optimista y todo me lo tomo a bien…

Moraleja, cuidado con convertirte en la tía más buena del bar… Muchas veces no trae nada bueno… O en su defecto, y seguimos con la analogía, tía buena-trabajo, estaréis de acuerdo en que has de aprender a decir “No” de forma rotunda a tiempo, para evitar que los demás del bar se hagan ilusiones, y te acaben forzando a pedir la baja por stress… ¿Stress? ¿Pero no hablábamos de la rubia del fondo de la barra?

Ya podeis deshacer el círculo y ir a vuestras casas a reflexionar sobre la parabola...

Canción del día: Homecoming de Green Day. Esta canción me gusta mucho por el ritmillo que tiene "... There's a glow of light, the St. Jimmy is the spark in the night, bearing gifts and trust, the fixture in the city of lust..." Unos 9 minutos de auténtico punk rock