Una bola de pinball

KV dedicado a: Mr. Usabilidad, por ser tan extremadamente inepto

En capítulos anteriores…. vamos, ayer, el mejor símil que se me ocurrió para definir como había sido mi día fue el de asemejarme a un malabarista de circo apuntado por un mono con una ballesta…

Pues hoy también tengo símil… Hoy, Xavi ha sido como una bola de pinball. Sí, hoy he sido una bola de esas plateadas de pinball… Y es que en días como hoy mis quehaceres han ido mucho en esa línea. Y es que si eres bola de pinball, sabes de donde partes, de ese canal que está a la derecha. Sabes como te van a poner en funcionamiento, de un empujón brutal que te va a poner a rodar más rápido que no veas. Luego no sabes cuantos rebotes vas a dar contra las paredes, ni cuantas veces que te crees que vas para abajo te van a volver a enviar pa’rriba con las manetas. Pero lo peor de ser bola de pinball es que nunca sabes cuando te vas a colar por el agujero y la agonía se va a terminar.

Fase 1. Soy una bola de pinball y sé desde donde empiezo. Pues eso… Llegaba con todo controlado. Tenía que hacer una subida de software a unos servidores de una cosa que ayer ya habíamos probado. Con lo cual el día se planteaba tranquilo, aquello ya estaba atado, y yo haría todo eso de la subida de software a las 8. Tarde, pero algo rutinario, pim pam media horita y listo… El resto del día había de ser ir haciendo trabajo ya para las próximas semanas, sin prisas…

Fase 2. A la bola de pinball un tío le pega un talegazo tremendo y la pone en marcha. Esto en mi caso ha sido una llamada que me decía “el colibrí rojo, stop, se ha cagado en mi ojo, stop, corrígelo antes de que yo me cague en tu ojo, stop, ya tardas, stop”. O sea, que algo que ayer se probó, hoy no iba. Y es que era un caso extrañísimo que, por supuesto, no habíamos probado. Traducido, a lo que se tenía que hacer a las 8 se le tenía que añadir la solución a eso. Probarlo primero en un servidor, luego en otro servidor, y ya dejarlo preparado para las 8 de la tarde… Como si me hubieran puesto un cohete en el culo… Y es que un cambio ni que sea mínimo lleva una de trabajo que es para flipar.

Fase 3. La bola de pinball empieza a rebotar contra todas las paredes sin que pueda hacer nada. Ya metido en el fregao de lo de antes, me he empezado a sentir rebotando contra paredes que me hacían cambiar de dirección sin que yo pudiera hacer nada. Para empezar, lo que tenía que hacer a las 8, de golpe y porrazo lo tenía que hacer a las 10… Y es que en el servidor en el que yo tenía que hacer cosas, resulta que otros también tenían cosas que hacer. Moraleja, quien pidió hacerlo antes ese se lleva el gato al agua. Y no fui yo, claro. Pues hala, el Xavi que tenía que esperar. Me ha hecho una alegría…

Más tarde me han dicho que la cosa no iba a empezar a las 10, sino que cuando acabaran los otros, o sea que igual era más tarde de las 10… Seguimos rebotando…

Luego me han dicho, que otra cosa que se suponía que iba, pues no iba… A seguir rebotando…

Más tarde me llama Willow, y me dice “ya estás preparado para la reunión del viernes”… Eiiiinnn, reunión-yo-viernes… Pero si soy una bola de pinball que rebota y rebota, como voy a ir a una reunión de humanos… Buah, ya me veía en una reunión que ni me iba ni me venía el viernes… Por suerte, luego Pep me ha dicho que todo era obra de Mr. Usabilidad y su capacidad de no enterarse de nada… Pero vaya Xavi que seguía rebotando contra las paredes… Media tarde, llamadita del “colibrí rojo” y me dice, oye que eso de hacer lo que has de hacer a las 10, pues que nada que te olvides que lo hacemos mañana… O sea, he llegado abajo, y uno de los flippers me vuelve a tirar para arriba…

A todo esto me seguía dando contra las paredes yendo de un problema a otro problema…

En fin, que la cosa ha sido de locos… Hasta que a eso de las 20:30 por fin, un servidor, o la bola de pinball que sé yo, se ha colado por el agujero y por fin me ha llegado la paz, en forma de bus de camino a casa… con un poco de mareo…

Demencial ¿no? Y eso que trabajo presuntamente para una empresa seria… Os lo digo yo, si alguna vez vais a las zonas esas de las grandes ciudades donde están los edificios de oficinas ultramodernos, no os creáis que la gente de dentro es muy seria y eficiente. Nada de nada. Todo una patraña. Todo fachada. Somos bolas de pinball que vamos dando rebotes en una mesa y haciendo las cosas a salto de mata. Al final, las cosas salen bien, pero como dice un compañero nuestro “No pasan más cosas pq Dios no quiere”. Los bancos, las eléctricas, las empresas de telecomunicaciones, de informática… Todo va de milagro…

Del resto de mi día… Pues que he tirado un café en la sala del café causando un estropicio que no veas, que he descubierto que tengo el DNI caducado desde hace un año (soy un sinpapeles), me he tenido que volver a duchar con agua fría (que extraño por la mañana el calentador va bien, pero por la noche no hay manera)…

Más cosas positivas… Pues que la historia del mono con la ballesta ha tenido mucho éxito entre la gente… Pero, oíd, no os lo toméis a risa, que parece que mola ser un malabarista de circo o bola de pinball, pero a mí me pone de los nervios… Sí, da para que haga luego un post divertido, pero a mí me vuelven loco en tres días…

Y a ti, mi ingeniera anónima, ¿cómo no sabes quien es Pilar Melero?… Dios, mañana tendré que desvelar la gran leyenda de Industriales de Barcelona al respecto de esa chica… Por cierto, sigue escribiendo, a ver si me entero más de ti. Te doy más pistas, yo fui de la última promoción de plan nuevo, especialidad pelacables… Pero no me llames treintañero que suena fatal… Yo prefiero experimentado… Y eso de que mi vida sea un culebrón y te mole… Jope, los de los culebrones se agencian cada peazo de pava que lo flipas, y yo… Será que no tengo un nombre como Dios manda… Xavi Eduardo Alfredo… Eso sí que molaría... No me cabría ni decoña lo de los kippenvleugels en el título pero me daría empaque...

Amigos, amigas, rebotando en las paredes de mi habitación, intentaré acomodarme en la cama… Y descuidad que me sigo tomando la medicación para mi locura... Aunque algún día creo q me olvido...

Canción del día: Our house de Madness. Una canción muy divertida de los 80s "... Our house it has a crowd. There's always something happening and it's usually quite loud..." Vamos como en mi curro