No te obsesiones, Xavi
KV dedicado a: al repartidor de correo comercial que ayer apiló como 800 octavillas de promoción del Pizza Hut en nuestra entrada. Salimos a unas 40 y pico por vecino. Tío, eres la hostia, lo has conseguido nos hemos dado por informados del nuevo Pizza Hut del barrio. |
Desde hace unos días corre por muchos de los blogs que suelo frecuentar, una especie de cadena que pretende descubrir 5 hábitos extraños de cada blogger. Hmmm… La cosa consiste en que el primero que inició el juego escribió 5 extraños hábitos que tenía, luego se lo reenvió a 5 personas más y a partir de ahí se fue extendiendo…
La verdad es que es algo muy interesante, para ver como de perturbada esta la peña... El caso es que finalmente me ha llegado a mí también. Jim, mi chilena favorita, mi bailadora de tangos oficial, me ha invitado/condenado a escribir la lista y seguir con la cadena.
Así que ahí van 5 (de los muchos) hábitos extraños de Xavi:
1) Calzado. Bueno, soy muy muy obsesivo con el tema de los pies, y es que odio tener la sensación de que el pie me va suelto dentro del calzado. Ya sean zapatillas o zapatos o lo que sea. Supongo que me viene de mis años de baloncesto en que me vendaba los pies para estar más seguro con los tobillos, y me ponía dos calcetines. Bien, pues aun ahora sigo llevando dos y hasta a veces tres calcetines en cada pie. Ah, y además en todo el calzado que lleva cordones sigo siempre el extraño ritual de ponerme primero el del pie derecho, luego el del izquierdo, atarme el izquierdo y luego el derecho. Y atarme bien atados los cordones. Sentir que se me aflojan los cordones me horroriza muchooooo.
2) El silencio de los corderos. Soy incapaz de hacer nada que valga la pena en completo silencio. Me exaspera que no haya nada, ni nadie a mi alrededor, o en las proximidades moviéndose o emitiendo ruidos. De hecho, yo jamás pude estudiar en la biblioteca de la Universidad por esa razón. Había silencio y quietud, o mejor dicho, algo mucho peor, mucha gente construyendo silencio y quietud, cosa mucho peor (no os pasa que cuando alguien a vuestro alredeor intenta pasar inadvertido o hacer las cosas sigilosamente, te fijas más en esa persona). Por eso, a mí me encanta que en el trabajo haya bullicio, gente moviéndose, hablando, teléfonos sonando… O cuando estaba en casa estudiando, la tele tenía que estar encendida, a veces incluso con música además… Supongo que necesito muchos estímulos visuales y auditivos para sentirme cómodo. Pero luego a la hora de dormir, el batir de las alas de una mariposa me parece un terremoto auditivo que me impide dormir. Sí, para poderme dormir ha de existir un nivel de silencio importante, sino, las paso canutas, y sólo me duermo ya por KO.
3) Desayuno con diamantes... o galletas. Me pasé hasta los 18 años desayunando siempre la misma cosa. Un café con leche, con 2 magdalenas y 10 galletas exactamente. La cantidad de café y leche había de ser siempre la misma, por eso únicamente utilizaba una taza mítica que aun conservo. Luego el orden de ingestión de las magdalenas y las galletas no estaba dejado al azar, sino que era el siguiente. Una serie de tres galletas, que mojaba en el café con leche no mucho y comía en dos bocados. Las galletas habían de estar en un orden especial. Las dos primeras con la parte de arriba hacia fuera, y la tercera abajo con la parte de arriba para abajo. O sea 2 y 1. Luego venía la primera magdalena, otra serie de 3 galletas en la misma disposición, segunda magdalena, y luego las últimas cuatro galletas juntas, esta vez en disposición 2 y 2. Sí, estoy como un cencerro pero en la vida todo es método.
4) Reloj no marques las horas. Soy un obseso del tiempo. Quien me conozca sabrá que es algo que me obsesiona hasta puntos enfermizos. No soporto la idea de no llegar a tiempo a un sitio, o que las cosas no sigan su horario previsto. He de saber exactamente la hora que es, y cuanto tiempo he tardado en hacer las cosas. Es por eso que a mí me parecería menos duro perderme en el Sahara o en la jungla del Amazonas que quedarme un día sin reloj… Si estaré obsesionado que cuando me he de despertar a una hora en concreto pq he quedado con alguien, sale un avión, o lo que sea que implique que me he de levantar a una hora en concreto y si me duermo no llego a tiempo, en esos casos me pongo tres despertadores, con la alarma decalada 5 minutos entre ellos: mi despertador de siempre, el del móvil y uno más que tengo de otros años. Y recordad, en Xavi tenéis un amigo, pero llegad tarde a una cita conmigo y... y... y... seguiréis teniendo un amigo... que no os dirá nada... os recibirá con una sonrisa... pero se habrá agobiado un huevo.
5) Tócala otra vez Sam. Rehacer mentalmente conversaciones que he tenido. Esta es una de mis más particulares torturas, y es la de rehacer mil y una veces, conversaciones que he tenido recientemente con la gente, cambiando las palabras dichas, rehaciendo algunas preguntas, alargando, acortando las frases. Esto especialmente lo hago por la noche, cosa que me cuesta muchas horas de sueño y agobios muy considerables. “¿Por qué no dijiste esto?”, “¿Por qué te dijo aquello?”, “Podrías haberle preguntado esto”, "Serás cafre que te olvidaste de decirle aquello", etc… Es una cosa jodida pq sinceramente es una cosa que no lleva a nada, pq lo dicho dicho está… Pero si que es cierto que a veces me ha ayudado para la siguiente conversación que he tenido con esa persona…
Bueno, esas son sólo 5 de mis n-mil obsesiones extrañas… Pq tengo muchísimas. Casi todas relacionadas con rituales de repetición. Esa podría ser mi definición, soy un animal de costumbres y los cambios me traumatizan mucho. Pero ojo, no me refiero a cambios en mi vida, sino a las cosas pequeñas… Así que el orden y la repetición de las mismas cosas una y otra vez me dan mucha más seguridad. De hecho casi todo lo que no depende de mí, me agobia un huevo, por eso que la frase de Willow “No te agobies, Xavi” podría ser tranquilamente mi epitafio.
Espero que cuando esté bajo tierra encuentre el alivio a mis obsesiones. Pero eso sí que me metan un reloj dentro de la caja por si acaso. No vaya a ser que me despierte y no sepa la hora que es. Buah, de hecho creo que si me despierto dentro de la caja (una de las obsesiones que tiene mucha gente) creo que si me encuentro sin reloj eso me jodería más que el hecho de que me hubieran enterrado vivo.
Ya sabéis, espero que os animéis vosotros, fieles lectores a hacer este mismo juego de exponer 5 extrañas obsesiones de las muchas que tenéis seguro. Willow, Kaos, Pep, Mixizar, Diablilla, y quien quiera, que se apunte y un día que no tenga rollo que hable de sus obsesiones...
Canción del día: Protection de Bruce Springsteen. Una del Boss no muy conocida pero que dice esto "... Well if you want it, here's my confession. Baby I can't help it, you're my obsession..." Pues como él, yo no puedo evitarlo, tengo obsesiones |
5 Comments:
Es la primera vez que me paso por aqui y me he enganchado! sigue asi.
Entiendo tu angustia con la "reproduccion de conversaciones" a mi me ocurre lo mismo. Es horroroso pensar por que no preguntaste tal cosa...o analizar el tono y las palabras exactas que se dijeron...
Besos -:-)
Tengo casi todas esas cosas extrañas tuyas menos lo del ruido, yo soy amiga del silencio y de la musica bajita en el momento de estudiar y relajarme, besitos y muy bien hecha su tarea byebye
Oye! pues si que tenemos cosas en común e! yo lo del calzado no se me ocurrió cuando escribía el post, pero también me gusta llevar el calzado bien apretado, odio que esté flojo y lo de los calcetines... yo suelo llevar dos pares... a tres no llego! y lo del silencio, en todo el punto estoy contigo... yo tampoco podía ir a la biblioteca a estudiar... tanto silencio... me ponía nerviosa!
un besazo!!!!
Ehhhh!! Xavi yo tambien coincido contigo, sobre todo en lo de las galletas, joeeee que casualidad, jejeje, Xav a veces se te va tanto la olla como a mi, así me gusta ...
Me has dado miedo...
Eso de ponerte siempre el izdo u atarte primero el dcho (o al reves) y lo de las galletas??? Si no te las comías en ese orden ya pensabas que el día iba a ir mal??
Ahora entiendo porqué te gustó tanto el libro del perro...
Creo que conmigo y mis amigas te volverías loco, sería algo así como lo de la película "Mejor imposible". Nosotras nunca somos puntuales, solo tenemos un ritual los viernes en el mismo bar a la misma hora, pero nunca llega nadie a esa hora y a mi no me gustan nada las cosas repetitivas, me agobian.
Yo soy más del estilo "coge mi bolso y ciérralo"
^_^
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