El verano se ha acabado

KV dedicado a: mi hermano que es un friolero de narices

[Música de fanfarria] [Redoble de tambores]

Yo, Xavi, declaro en plenitud de mis facultades mentales (o casi, casi) que el verano ha finalizado oficialmente.

No, no estoy loco, ni nada parecido, pero para mi hoy sábado se ha acabado el verano. Y es que hoy... hoy me he puesto por primera vez una sudadera de manga larga en casa.

Ha sido justo al levantarme que he sentido algo raro en mí. No estaba cómodo. Algo me descolocaba. Si, tenía frío. Bueno, frío, frío tampoco era. Pero esa sensación de tener algo fresco que te corre por la espalda. Bueno, sí, era algo de frío. Y no ha habido más remedio que buscar algo que me cubriera más. Y he sacado mi cada vez más vieja sudadera amarilla de los Lakers (que me queda genial, chicas).

Así que desde hoy en que se ha cumplido el ritual de la sudadera (algo así como la tontería del día de la marmota de los americanos) empieza, por fin, la estación fría. Bueno fría. Me río yo de lo que en Barcelona la gente llama frío. Será que no han viajado mucho, pq en los países del norte de Europa si que hace un frío que te mueres. Aquí en la costa es como estar en el trópico en comparación.

Y a mí el pseudo-invierno de mi ciudad me encanta. Básicamente pq es cuando mejor se duerme… Ah, me encanta sentir ese fresquito en el cuerpo y meterme en la cama bajo las mantas y los edredones… Y sentir como te quedas dormido con ese calorcito que sientes en el cuerpo y el poco de fresquito de lo poco que dejas al descubierto. Me encanta…

También tiene la contrapartida de que cuando suena mi rojo despertador es una jodienda… En verano me pongo en marcha de un salto mortal, para escapar del poquito de sudorcillo que siempre queda en la almohada… Pero en invierno… Nooooo, en invierno no mola nada, ya que el choque de temperaturas es horrible, y dentro de la cama se está como en la gloria. En invierno es el único momento en que me demoro algunos minutejos antes de ponerme en pie…

Luego, ya está, a los 10 minutos de levantarme, el frío desaparece. Y es que el invierno a mí no me dice mucho. Tengo la suerte de tener un cuerpo a prueba de bombas, y más que nada a prueba del frío. Es lo que digo siempre, que yo nací para ser sueco o holandés mejor, y vivir allí, persiguiendo a holandesitas de buen ver… y viviendo inviernos para los que yo si que estoy preparado…

Es por eso, que yo alucino bastante con la gente que ya hace un mes que va por la calle con unos abrigos, sobre jerseys, sobre camisetas, sobre que sé yo que más cosas… Capas y capas, para aguantar durante 10 minutos el aire de la calle, que al final es la media de tiempo que la gente está realmente a la intemperie… Entran en el metro que es como entrar en la estación cálida del Sahara y no se quitan nada… Y yo en manga corta sudando la gota gorda muchas veces. No entiendo a esa gente. Creo que han malacostumbrado al cuerpo, y de tanto sobreprotegerlo el cuerpo se les acaba “amuermando” y luego nunca más soportan el frío.

Con lo agradable que es salir a la calle y sentir esa sensación de fresquito en el cuerpo que te hace sentir vivo, cuando la punta de la nariz se te queda un poco congelada y te la tocas… ¡Qué gustirrinin! Será que soy raro, ya que además de un poco de frío, me encanta la lluvia. No las tempestades que caen tres veces al año en la costa, sino esa lluvia tan europea que hace que haya días que no para de caer cada cierto tiempo algo de agua del cielo. Me encanta ese olor que queda en las calles. Todo parece con colores diferentes, el pavimento brilla… Nadie dijo que yo tuviera que ser normal, que le voy a hacer.

Con todo, y volviendo a lo del frío, es por esa especie de comodidad que tengo cuando el mercurio baja, que no es extraño verme en diciembre en manga corta a la más mínima, ganándome reprimendas mil de la gente que me rodea. “Te vas a resfriar” me dice la gente que envuelta en miles y miles de capas no para de estornudar. Hasta una amiga de una antigua compañera de trabajo me dijo que estaba “tarado“ al verme en enero bajar a comer a la calle en manga corta (polo con cocodrilos obviously). Tarado en el sentido de tara entiendo.

Así que he de reconocer que he desarrollado una gran capacidad para burlarme bastante de la gente que se tapa mucho. Pero realmente creo, y quizás sería algo a comprobar científicamente, que la gente que sobreprotege al cuerpo en general, no sólo con el frío, acaba por ser la que peor cuidada está. Tampoco es que no haya que taparse, don’t get me wrong, pero razonablemente. Tenemos una maquinaria muy buena, aunque parezca frágil, pero si no la fuerzas, se va acomodando. 5 años y medio trabajando en la misma empresa y todavía es hora de que me quede algún día en casa por haber pillado algo… Lo dicho, a mi cuerpo yo le he dicho mil veces que sea fuerte, que nada de hacerse el debilucho, que por cuatro moquillos que tenga por la mañana eso no es grave, y que de pasar frío nada de nada. Y por fortuna, mi cuerpo se ha hecho bastante inmune a todo…

Que luchas recuerdo hace años con mi madre cuando iba al cole o al instituto, y se levantaba a las mil sólo para comprobar que llevara algún jersey puesto… Cuando podía salía como una estampida de mi habitación hasta la puerta… Si lo conseguía, era hombre libre y me iba con mi camiseta a la calle… Si me pillaba, venga, pa’l cuarto a ponerse algo encima… Luego era doblar la esquina, y a la cartera, o a la cintura… Ahora no ha cambiado mucho, la única diferencia es que ya no me puede controlar.

Aquí lo dejo hoy…

Con el verano oficialmente acabado…

Canción del día: Thumbing my way de Pearl Jam. Una de invierno que me viene a la cabeza. Es de Pearl Jam pero no muy conocida "... no matter how cold the winter, there's a springtime ahead. I'm thumbing my way back to heaven..." Haciendo dedo (autostop) para volver al cielo. ¡Qué bonito!