Acotar la nota a cero.

KV dedicado a: a quien no lo está pasando nada bien

Hoy ha sido un día de sensaciones extrañas… Diferentes y muy diferentes. Aunque una se lleva la palma y no para bien precisamente.

La primera ha sido una sensación sensorial por así decirlo. Visual más concretamente. Barcelona se ha despertado tras un día de lluvia con una mañana muy ventosa. Un viento impresionante y algunas nubes, me han acompañado en mi viaje en autobús hacia la oficina. Un trayecto bastante largo que tiene un punto mágico. Es a medio camino calculo, en un punto concreto de la Avg de la Mare de Deu de Montserrat en que los edificios desaparecen por unos metros, dejando a la izquierda del bus una vista de Barcelona preciosa. Desde el Forum hasta Montjuïc se puede ver absolutamente toda la ciudad. Con la novísima Torre Agbar, la eterna Sagrada Familia, las dos torres de la Vila Olímpica… así hasta el Castillo de Montjuic. Digno de ver.

Hoy esta imagen ha sido especial. El viento había limpiado tanto la ciudad que la visión era la más nítida que haya podido ver en mucho tiempo. Ni un residuo de bruma o polución. Han sido sólo 5 o 6 segundos, pero la sensación ha sido preciosa. El mar se veía hasta perderse en el horizonte, y sobre él, una gran cantidad de nubes que lo oscurecían algo. Pero la composición era sublime, ya que una mínima abertura entre las nubes filtraba una columna de sol que iluminaba una franja de agua que iba de la costa al interior. Y en el reflejo de esa franja, se veían las ondulaciones del agua típicas de un mar en calma con viento de superficie. Ha sido perfecto. Me habría gustado sacar una foto de ese momento. Pero me quedo con la sensación que esa no desaparecerá nunca.

La segunda sensación del día ha sido al bajar del bus. Me he encontrado con alguien de la empresa para la que trabaja mi empresa. Justo el día después de que se haya destapado un error del pasado, de un proyecto en que éramos los dos interlocutores en los dos bandos. Pues va y me lo encuentro en el bus. Jo, de esas sensaciones típicas de “dame mil y un nombres de personas que hoy no te gustaría encontrarte”. Pues hoy me ha tocado el primero de la lista, si la hubiera hecho ayer. Hemos hablado mínimamente del problema, pero de forma muy “amistosa”. Un buen tío, algo nervioso, pero creo que no es mal tipo…

La tercera sensación ha sido a media mañana. He llamado a Kaos. Y ha estado bien hablar con ella. Me encanta como habla y lo original que es. Es una maravillosa persona y transmite unas vibraciones muy buenas si no está en la semana 0 esa famosa. Pero ha sido en esta conversación que he tenido con ella, básicamente profesional, que he tenido la sensación más desastrosa del día. Le he preguntado acerca del tema clave. Y lo que me ha dicho no me ha hecho nada feliz. A los dos nos ha cambiado la voz al hablar de ello, y he podido sentir que la cosa no marchaba nada nada bien. La peor sensación del día sin duda cuando he colgado el auricular.

La última sensación ha sido la que he tenido casi al acabar mi día. Alguien me ha abierto una ventanita de Messenger. El motivo era para pedirme si le podía conseguir una cosa. Zoco del Tito Javier a su disposición 24h. (Creo que ya lo he conseguido por cierto). Bueno, pero eso no tiene nada que ver con la sensación. La sensación ha sido de alivio. Alivio pq creía que habíamos tenido algún roce desafortunado durante las últimas semanas, y por lo que hemos comentado brevemente a través de esas ventanitas diabólicas, al final creo que “no ha habido nada raro”. Que así sea, ya que nada me dolería más. Me encariño mucho de las personas, y no me gusta para nada sentir que se alejan de mi vida. Hoy, y de forma figurada, es como si hubiera podido tirar de la cuerda para acercarnos un palmo. Una cuerda muy extraña pero nos une de alguna manera.

Cuatro sensaciones. Una de emoción ante una imagen. Otra de sorpresa ante un hecho muy inesperado. Otra de desilusión ante algo que duele. Y una de alivio ante algo que parece que nunca fue tan malo como creí.

Se podría sacar la conclusión de que la suma es positiva pero no lo es. Hay una que tira de las demás para abajo de forma clara. Mi amigo Josep, el que se casó el sábado siempre tenía una obsesión después de hacer un examen. Él, que era un monstruo y fue el primero de nuestra promoción. Siempre se inventaba la misma historia para poder evitar el decir que un examen le había ido bien. Decía él, que hay errores que pueden acotar la nota a 0. O sea, que da igual como de bien has hecho un examen que si en la décima pregunta con las nueve anteriores perfectas, haces un error de bulto e impropio, el profe te puede poner un cero. Algo más falso que un duro sevillano, pero él se lo creía.

En la vida real, eso, si es real. A veces por muy bonito que sea todo, saber que alguien no lo pasa bien, siempre acota y acotará la nota del día a cero. En cualquier caso es en situaciones como ésta, en que sabes que alguien no lo pasa bien que te das cuenta de si alguien te importa algo o nada. No con las risas o los buenos momentos. Ya me pasó hace unos años con otra persona, en un momento malo que tuvo. Hoy he sentido lo mismo sobre otra persona, por ese alguien que no lo está pasando bien.

Hoy la nota del día es cero. Pero aún y con todo, al final, la gente acaba aprobando. No tengo ninguna duda.

Canción del día: Linger de The Cranberries. Una de The Cranberries que me encanta, aunque es muy triste "... But I’m in so deep, you know I’m such a fool for you. You got me wrapped around your finger. Do you have to let it linger???" Que terribles son las dos últimas frases. La primera es maravillosa, la segunda... bueno, que os la traduzcan si no la entendeis.