miércoles, noviembre 09, 2005

Creo que si que creo

KV dedicado a: el misterio que es vivir

Creo que fue algún día de antes de mis vacaciones de verano, que tuve una mañana muy divertida cambiándome mails con cierta persona. No sé como llegamos a ello, pero en uno de los mails, esta persona me hizo una pregunta que me sorprendió y a la que le he dado vueltas desde entonces. Me preguntaba :

“¿Crees en el destino, o en las casualidades?”

El contexto estaba claro entonces para nosotros y no lo voy a revelar aquí. Yo le respondí que creía más en las casualidades para demostrar situaciones poco previstas de tu vidas. De esas que dices ¿Quién me habría dicho a mí que…?

Pero con el pasar de los meses he ido reflexionando sobre el tema. Yo creía que eso del destino era una bobada. Que todo lo que nos pasa, es un cúmulo de decisiones, pequeñas o grandes que nos encaminan a situaciones la mayoría de veces previsibles, pero en algunas otras no tanto, y algunas veces inimaginables. Pero incluso en esas circunstancias, las de verte metido en la más extraña de las aventuras de tu vida, creí que siempre se puede reconocer un camino lógico de decisiones que te han llevado a ella.

En resumen, que el destino era una patraña para idealizadores…

Pero hoy volviendo en el bus a casa y viendo como llovía en mi adorada ciudad, he vivido una situación que me ha hecho volver a recordar aquella pregunta del destino. Resulta que al fondo del bus donde me he sentado, también estaba un chico que en su día me dio clases prácticas de una asignatura de informática que tuve durante la carrera.

En Ingeniería Industrial, que esa fue la carrera que me saqué, la informática es algo que apenas se da en dos cuatrimestrales entre primero y segundo. Algo muy accesorio vamos. Y este chico me daba clases prácticas un par de días a la semana creo, a las 8 de la mañana. Clases infumables, en que el llegaba más sobado que nosotros. Todavía me acuerdo de los bostezos del kabroncete, y los ojos vidriosos que me llevaba.

Bueno todo esto lo cuento para decir que en aquel momento, nadie me podría haber dicho que luego encaminaría mi vida laboral por la vía de la informática, ya que en aquellos días pasaba bastante de aquella asignatura. Y en el devenir de los siguientes años tampoco hice mucho como para acabar siendo informático. Y si os contara como acabé entrando en la empresa en la que todavía estoy desde hace 5 años y medio no os lo creeríais.

Hoy en el bus me he dado cuenta que era cierto eso del destino. Si soy informático es pq el destino así lo ha querido. Nada de casualidades, ni pequeñas decisiones. Hay cosas que parecen que se eligen solas en tu vida. O que si las eliges, descubres tiempo más tarde que nunca tuviste claro el pq lo hiciste.

Que el tío ese que se sobaba por las mañanas dándome clase era parte de mi destino es algo que hoy he visto claro, ya que en cierta manera, y racionalmente, él me alejaba de lo que al final me he convertido.

Que cosa más rara, pero es que cada vez que lo pienso, y pongo bajo la balanza del “destino-casualidades” las cosas de mi vida, más me doy cuenta de que he pasado por muchas situaciones en que una vez pasadas soy incapaz de determinar pq las hice. No es que sea un veleta que vaya donde me llevan los vientos precisamente. Siempre pienso y evalúo, y me agobio, y lo repienso todo, y busco la opción más conservadora. Pero luego me doy cuenta de que nada de eso ha servido, que luego al final he hecho cosas que no se ajustaban a mi “super-evaluación” de las consecuencias.

Ojo, que en cada momento, cuando iniciaba el camino hacía alguna situación todo me parecía que estaba controlado por mí. Pero luego me doy cuenta de que no… Que no tenía realmente ninguna razón de peso para decidir hacer lo que hice. ¿No es eso en cierta forma azar? O destino entendiéndolo como algo que no depende de ti, algo que está escrito quien sabe donde.

Da algo de miedo plantearse estas cosas, ya que en cierta forma, parece recortarte control sobre las cosas de tu vida. Pero es que eso del control es tan irreal a veces. ¿Se puede controlar todo? ¿Vale la pena controlar todo si luego te das cuenta de que muchas veces simplemente, uno sólo se puede dejar llevar?

Hace años que repito una frase que creo que puedo entroncar con este tema. Me digo a mi mismo que “hay que vivir la vida como si mereciera la pena”. Y eso es en cierta manera, mi forma de recordarme que la vida esta hecha de miles de pequeños puntos interconectados que “no debo” controlar. Que no debo querer controlar. Que no vale la pena querer controlar. Pequeñas apneas de la razón. Dejar que cosas inesperadas me atrapen. ¿No es eso esperar lo que me deparará el destino?

No quiero vivir una vida que pueda escribir hoy en 1000 folios. Quiero vivir una vida que tenga algunos capítulos que pueda haber escrito yo, pero el resto… Por favor que nadie me los cuente, están escritos en algún sitio y no por mi, pero ya me toparé yo con ellos creyendo que los he elegido.

Si no habéis entendido nada, no os preocupéis. Yo sigo dándole vueltas y vueltas. Para nada, ya que mi destino es creer en el destino. Cuando haya desistido de intentar creer lo contrario ya os lo diré.


Canción del día: White flag de Dido. Dido, algo muy relacionado con algo que viví gracias a que mi destino lo marcaba. "... I know I left too much mess and destruction to come back again and I caused nothing but trouble ..." y este otro trocito también "... And when we meet, which I'm sure we will, all that was there, will be there still??? ..."

1 Comments:

At 14/11/05 18:39, Anonymous Anónimo said...

"Por favor que nadie me los cuente, están escritos en algún sitio y no por mi, pero ya me toparé yo con ellos creyendo que los he elegido"

Bueno, ya sé que no quieres que nadie te cuente los próximos capítulos de tu historia, pero te hago un avance: en el último capítulo va y te mueres.

Pero tranquilo que igualmente puede acabar bien.

 

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