sábado, octubre 22, 2005

¿Por qué tengo tanta suerte?

KV dedicado a: la mejor cocinera de alitas de pollo del mundo.


Sabadito por la mañana, cerca de la 1 del mediodía, y por fin he podido dormir bien después de un par de días larguísimos, el jueves y el viernes.

Y es que como ya dije hace unos días, el jueves tuve una cena maravillosa con mis inigualables, irrepetibles y eternas, Kaos y Willow. Así que ese jueves, dormí apenas 4 horitas, para enlazar con un viernes en que estuve 12 horitas en la oficina. Pero como dice esa frase hecha, las penas con pan son menos, y yo, ese viernes, estaba contento barra muy contento barra genial. Además, por fortuna, no me afecta mucho el no dormir. Acostumbro a dormir sólo unas seis horas cada día, así que no lo acusé tanto como otras (y no miro a nadie Will)

Pues eso, que lo que me queda por reportar es lo que pasó el jueves. Pero tampoco voy a soltar mucho aquí ya que lo que pasó es básicamente nuestro, de los tres bloggeros mayores del reino, and it belongs to us.

Las pasé a buscar a su hotel antes de ir al restaurante, saliendo de casa a escape ya que se me pasó el tiempo muy rápido, y las cosas que estaba preparando me demoraron. Y fue allí en el enorme hall del hotel que les di mi pequeña sorpresita... La marca de la casa de Xavi con las personas que se lo merecen. Vamos los regalitos y compras que iba comentando la semana pasada. No diré lo que se llevó cada una, eso se lo dejo para ellas si lo quieren decir, pero creo que, junto la sorpresa del hecho de la propia sorpresa, todo les gustó mucho. (Y que no me entere yo de que no, vamos)

Luego ya fuimos al restaurante... Hmmm... Y por la tontería de intentar engañarme, eh, para que no supiera donde íbamos, eh, pues algunas tuvieron que taconear un buen rato. Bueno, la verdad es que estuvo bien, pq no tenía ni idea de donde nos íbamos a meter, y resultó ser un restaurante muy original. El Blue Mandalay, en Provença 330. Una ambientación muy conseguida con una decoración, medio budista, medio thai, medio oriental, medio fumadero de opio, medio chill-out (coño demasiadas medias cosas, me salen como 3 restaurantes a base de mitades)...

El menú, pues bueno, con alguna cosa que pudo estar mejor, pero bien en general. Y barato. Me salió muy barato a mí (thanx, babes). La lubina genial, y la parte del postre que no fue a parar a mis manos, pues también. Frutitas con chocolate por encima...

Aunque lo más destacable de la cena, bueno, lo más destacable aparte de nosotros tres, fue el espectáculo que se hizo mientras estábamos allí. Y es que en este restaurante, junto con la decoración, hay dos cosas que destacan al entrar, la primera unas tiras de tela que cuelgan del techo, y un trapecio también colgando del techo más al fondo. En estos dos elementos se hacen actuaciones. Nosotros pudimos ver la de una chica que en las tiras de tela hacía acrobacias, al ritmo de una música rollo Cirque du Soleil. Además, nosotros tuvimos la suerte de verla como nadie, ya que estábamos literalmente a dos metros de ella, si estaríamos cerca que nos pidieron que apartáramos la mesa para que tuviera un poco más de espacio. Una actuación realmente bonita. Complicada y larga, con algunas caídas al vacío que asustaban.

Un gran restaurante, si. Pero como decía lo mejor fue la compañía, claro está y la conversación. No diré nada de lo que hablamos allí y a lo largo de la noche, sólo que compartí con ellas una de las fases más decisivas de mi vida hasta ahora. Mi gran secretillo. Básicamente pq este par de mañicas me inspiran mucha confianza, y pq ya desde hace meses sabía que lo sabrían entender perfectamente. Sin prejuicios, ni caras raras. Así que no me importó nada que fueran la quinta y sexta persona que conocen esa historia con casi todas las letras (el resto ya os lo explicaré a trocitos, eh).

Además ellas también han compartido conmigo cosas muy importantes durante estos meses, y esta noche no podía ser una excepción, y también abrieron parte de sus corazoncitos a mí, y digamos que durante la noche todo se enmarcó dentro de un cuadro de sinceridad. Conocí mucho más de ellas, y si ya las respetaba mucho y les tenía cariño, creo ahora es más el respeto y el cariño... ¿Cómo se puede pasar en cuatro meses de hablar de outlines, y drag&drops a lo del jueves? El destino claro está que diría mi guía espiritual de cabecera.

Acabamos bastante tarde en el restaurante, y como todo iba más del rollo hablar que del rollo marchita y bailoteo, después de patear un buen rato Barcelona, pues nos acabamos metiendo en un bar que estaba vacío para seguir dándole a la húmeda. Buff, de la que me libré, mi reputación sigue intacta con mis chicas, si hubiéramos ido a algún sitio más de marcha, habría tenido que simular que hacía como que prentedía estar bailando, y quizás entonces eso si que hubiera sido el fin de nuestra bonita amistad. :-)

Otro ratito largo en el bar este de Aribau, el Inercia, (Dios, quien me hubiera dicho que acabaríamos allí), dónde seguimos con nuestros historias de secretos y verdades, que completaron la noche. Una pena que fuera jueves y no pudiéramos seguir con el rollo, ya que no me hubiera importado ir a hacer el ridículo con ellas a cualquier sitio con pista de baile (ridículo por mi claro)...

Y eso fue todo... Todo lo que quiero poner en letras aquí. Ya que las cinco horas que estuvimos juntos darían para bastantes entradas de blog.

Taxis y cada uno para casa... ¡Como me costó dormirme! Sólo me decía, no les he explicado esto, ni aquello, ni lo de más allá, me he olvidado de comentar esto, como te puedes haber dejado aquello... Pero para eso ya tendremos un lifetime que se dice...

Ahora sólo puedo estar satisfecho de haber hecho el esfuerzo de mantener el contacto con ellas cuando se podía haber perdido. ¿Cuantos momentos divertidos en el trabajo me habría perdido? ¿Cuantas historias lejanas me habría perdido? ¿Y este blog? ¿O los suyos? ¿Existirían ahora?

Como acostumbro a decir, ya hace mucho tiempo que decidí que debo vivir la vida como si mereciera la pena vivirla. Y eso me ha llevado a conocer a fondo a muchas personas que mi antiguo yo, seguro que se habría perdido. Seguramente me habría quedado con esa parte que a la gente a veces no le gusta de Lady Scenic, y no habría visto lo maravillosa que es. Ni habría conocido que bonito y difícil es vivir en el Kaos. O que diferente es Willow de los estereotipos que pueda ver alguien desde fuera.

¿Por qué tengo la suerte de conocer a gente tan maravillosa?


Canción del día: My Sharona de Knack. Una canción muy antigua. Salía en una escena muy divertida de aquella película de la Wynona Rider y el Ethan Hawke, "Reality bites". Todos se ponían a bailarla en una tienda "...Ooh, my little pretty one, my pretty one, when you gonna give me some time, Sharona. Ooh, you make my motor run, my motor run, got it comin' off o' the line, Sharona..."

2 Comments:

At 23/10/05 16:07, Blogger Willow said...

Seré breve, para que una cena sea especial y tenga una conversación contínua y completa, TODOS los de la cena han de llegar al mimsmo nivel...TODOS han de compartir y escuchar...y así fue nuestra cena, ¿o no? Porque para que alguien pueda hacerte sentir especial e importante, esa persona también tiene que tener algo especial en su interior.

 
At 23/10/05 18:04, Blogger Xavi XS said...

Jope Willow, tú a veces consigues condensar muy bien cosas a las que yo le doy más vueltas. Estoy muy de acuerdo con lo que dices, y acepto mi parte del cumplido tripartito :-)

 

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