lunes, octubre 10, 2005

En el metro no... ¡por favor!

KV dedicado a: Conan O'Brien, un presentador americano que tiene un Late Show en la NBC. Los que tengáis satélite y os desenvolváis algo con el inglés... por favor no os lo perdáis en CNBC. Cada noche de 23:45 a 00:30.

Como dice Enric un compañero veterano, muy veterano de mi empresa, en la zarzuela de "La verbena de la Paloma" se dice aquello tan famoso de "Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad". Y esta tarde lo he podido comprobar.

Y he comprobado que a veces no siempre es necesario avanzar tanto. ¿En que me baso para decir esto? Pues en algo que ya se está convirtiendo en algo habitual. Los móviles ya suenan hasta dentro de los vagones y en los túneles del metro, a unos cuantos metros bajo tierra. Y eso es algo que me parece algo gravísimo y aterrador.

Antes los móviles no servían en el metro. Corrían leyendas de que en algunas paradas si que funcionaban los móviles de no sé que compañía. Pero ahora creo que ya valen casi todos los móviles modernos y de cualquier operadora. El mío por fortuna es antiguo de narices y al entrar en el metro pierde por el camino, todas las rayitas de la cobertura. En otro post os cuento que quiero empezar a obsesionarme con cambiármelo ya que cada día paso más vergüenza al sacarlo. Por favor, si me queréis provocadme y decidme que hago el ridículo, que así no voy a ningún sitio. Si me queréis pedidme que cambie de móvil.

Así que ahora, con los avances de la ciencia, mis adorados politonos, sonitonos y cagonlostonos ya suenan en cualquier punto de la ciudad, incluso bajo tierra. Ya no quedan rincones vírgenes que no hayan sido colonizados por las ondas cancerígenas de los móviles. Adiós a la libertad. Cagontó.

Mira que hasta ahora en el metro sólo se tenía que escuchar el ruido infernal del aire acondicionado o la calefacción, el ruido de los vagones en la via, al desgraciao de ESO que se pone los últimos éxitos maquineros a volumen infernal, o la voz en off que anuncia las paradas... Nada más, pues bien, éramos pocos y parió la abuela. Ahora además puedes escuchar la caterva de soniditos que han tenido a bien inventarse para que alguien se de cuenta de que le suena el móvil... ¡Qué tortura, Dios!

Y claro, a la gente que le suena el móvil en el metro intenta responder. La mitad se pasan la conversación gritando que le repitan lo que le han dicho. Los otros simplemente sueltan su conversación sin más, aunque tengan a unas 6 personas a unos 50 cm de distancia. ¿Es que nadie tiene pudor? Además es curioso, pq estoy seguor que estos son los que luego reciben una llamada en otro sitio y se suben a la escalera de incendio si hace falta para que no les oiga nadie...

Más. Esta tarde al volver del centro donde había ido a comprar algunos regalitos (regalitos como me encanta preparar regalitos) en el metro de camino a casa me he encontrado la situación más grotesca. Parada de Plaça Catalunya, nos metemos unas mil personas, centuria arriba o abajo, en un vagón, todos apretados. Yo entre un tío bajito, una chica sudamericana y una chica de unos veintitantos años que me clavaba la bolsa macuto que llevaba en el estómago... Bueno, el metro se pone a andar. Urquinaona, apenas baja nadie y se suben más. La chica del bolso queda emparedada ahora entre dos armarios roperos de metro ochenta y muchos. Un chico joven y yo. Arranca el metro y empieza a sonar una melodía... Taraarí, taraaarí... Y me sonaba justo en los intestinos... Me sorprendo algo, bajo la mirada y la chica me dice: "el móvil"... Pero no lo coge... Deja de sonar, pero a los pocos segundos vuelvenme a sonar mis intestinos... La vuelvo a mirar y me dice "lo cogería si pudiera, pero está en la bolsa". La que estaba en mi estómago... Total que medio sonriendo intento apartarme, a costa de alguien seguramente, y como ha podido ha cogido el móvil... "Ahora llego, que estoy en el metro, enseguida estoy ahí, ¿qué dices? no te oigo bien, ¿qué? que ahora llego..." Y más conversación de ese estilo tan constructiva e informativa "¿Como? ¿Qué? Que ahora llego. Si, ya llego. No te oigo. No, ahora, ya llego. En seguida." Todo esto con la chica colgada literalmente entre mí y el otro chico alto... Vamos para verlo. Era como el ping-pong, rebotaba contra los dos como una pelota, pero ella a lo suyo... Total le estaba llamando alguien que la iba a ver en 5 minutos...

Esto no es vida. Ya no queda ningún sitio en el que te puedas refugiar sin que la gente te pueda localizar. El metro era de los últimos que quedaban y ya se lo han llevado también. ¿A dónde vamos a ir a parar?

Eso, las ciencias avanzan que es una barbaridad, pero a veces, como que no hace falta avanzar tanto. ¿Para que hace falta hablar en el metro?

En fin, será que yo no estoy enganchado al móvil y no se verle todas esas ventajas que le ve la gente.


Canción del día: I just called to say I love you de Steve Wonder. Una de las más famosas de una de las mejores voces de la música negra. "... I just called to say I love you, and I mean it from the bottom of my heart..."