martes, octubre 04, 2005

No hacen falta fotos

KV dedicado a: un dels supporters més fidels d'aquest petit indret de bogeria i desviació mental que és el meu blog, el gran home d'Esparreguera. Espero que em donis temes per desenvolupar aquí, que sé que tu també hi toques d'allà adalt, a la closca.


Es muy tarde y tengo sueño, pero nunca es tarde para aporrear un poco mi teclado y dejar constancia de cualquier cosa banal que haya sucedido hoy.

Para los que tuvierais algo de intranquilidad en el cuerpo por saber si he vuelto a encontrarme con la jovencita del 74 que ayer puso sus nalgas en mi cadera, deciros que he comprendido que nuestro amor sería imposible, y he decidido coger el metro. Sí, ya se que tenía pinta de ser cosa fácil, pero uno es un romántico, y la mujer de mis sueños (la que no tengo, recordad) no aprieta su culo contra mí cuerpo en la primera cita. Si acaso en las siguientes, pero en la primera cada culo por su lado.

No, hoy una de las cosas curiosas que he vivido ha sido el pase de fotos que un compañero nuestro nos ha hecho, de sus vacaciones en París. No sé si habéis estado en París o no. Yo he estado dos veces. La última en abril del año pasado. Y me llevé un buen recuerdo, pero he de confesar que desde entonces mi idea de París se ha ido devaluando.

Básicamente pq París por muy bonita que sea ya ha dejado de ser especial desde hace muchos años. De eso me he dado cuenta al ver las fotos que ha hecho mi compañero. Debía tener como unas 300 fotos o más, pero las ha pasado a una velocidad de vértigo, y es que la masa que se agolpaba ante su portátil cantaba como los niños de San Ildefonso el contenido "el museo del Louvreeeeee", "el Arco de Triunfooooooo". Total que el pase ha durado unos 5 minutos, a ritmo de 1 segundo por foto.

Y es que sus fotos parecían retoques con Photoshop de las que yo saqué hace un año. Lo único diferente era su cara. En las mías salía la mía. Y ya está. El resto calcado. Todas sus fotos son iguales a las que yo saqué, e iguales a las que a mí me habían enseñado. Los mismos monumentos, los mismos ángulos, los mismos recorridos... París ya no vale la pena. Todo el mundo sabe que va a ver en París sin necesidad de ir. Y es que aparte de tener una impresión visual de como de alta es la Torre Eiffel, o ver cuantos moros hay en el metro, y cuantas líneas de metro hay, lo demás de un viaje a París es simplemente una gimkana en la que parece que tengas que fichar un cartón en todos los puntos típicos para que te dejen volver a casa.

Checkpoints a pasar. Louvre, las Tullerías, place de la Concorde, Campos Elíseos, la Madeleine, la Ópera, la place Vendome, las Galerías Lafayette, Montmartre, el Sacre Couer, el museo de Orsay, Trocadero, tour Eiffel, campos de Marte, los Inválidos, el Panteón, los jardines de Luxemburgo, el Pompidou, Notre Dame, el barrio latino, la place des Vosges, la plaza de la República, la Bastilla, el Sena, la Defense...

Si los haces todos, te dan los puntos, y puedes volver a casa con las mismas fotos que ya tiene todo el mundo, o que ya ha visto todo el mundo. Unas vacaciones de las que no podrás explicar nada a nadie pq es muy probable que no te encuentres a nadie q no conozca París al dedillo.

Es por eso que creo que París se devalúa a cada año que pasa... De hecho creo que no voy a hacer muchos viajes a todos los "París" del mundo. No me convencen estos viajes, al final te queda bien poco de ellos.

Sólo espero que la vida me siga dando oportunidades para seguir viendo de verdad, países y ciudades lejanas, por dentro como digo yo. No la postal que se quiere vender a los turistas.

Y es que como valió la pena ir a visitar a Lluis a Malta aquel verano de hace unos años, y pasar aquella noche con todos aquellos chicos y chicas de Suiza, Alemania, Grecia o Eslovenia, durmiendo en la playa de Ghajn Tuffieha, después de haber visto la puesta de sol más impresionante que recuerde, todos subidos a una roca en medio del mar...

O que interesante fue viajar dos veces al corazón de la Niedersachsen en Alemania, en medio de la más absoluta nada, cuando nuestro buen amigo Josep trabajaba para la Volkswagen, y cenar en aquel pueblo tan pequeño del Harz, Braunlage, donde creo que ningún extranjero había puesto un pie en años.

Y como no, recordar como valió la pena pasar todos aquellos días en Holanda sin ver un sólo monumento más que a "mijn schaat, mijn hele mooie heksje". Con aquella carrera que tuvimos que hacer por todo el paseo marítimo de Scheveningen, por haber aparcado el coche lejos, con una ventisca de nieve de flipar, y poder llegar a tiempo al cine para ver la primera parte de "In de ban van de ring" ("El Señor de los Anillos, para los que no estéis tan puestos en el holandés).

Aquello sí que vale la pena de recordar. Aquello sólo lo viví yo y alguna persona más que estaba cerca de mí. Personal e intransferible.

¿París? Bien valdrá una misa como dijo no me acuerdo quién, pero dentro de unos años no me acordaré de casi nada. Tendré fotos para recordar que estuve allí. Pero serán las mismas que todo el mundo tiene. De los otros momentos que os he explicado no tengo ninguna foto.

Pero para algunos momentos no hacen falta fotos ¿no?


Canción del día: Bohemian like you de The Dandy Warhols. Se hizo famosa en un anuncio de Vodafone, pero es una gran canción. "... so what do you do? Oh yeah I wait tables too, no I haven't heard your band cos you guys are pretty new..."

3 Comments:

At 6/10/05 21:54, Blogger Unknown said...

Para variar lego tarde con los comentarios, pero bueno...
Umm!! para cuando esa cena para que nos cuentes lo de la protagonista holandesa de tu nostalgico post?
Por cierto la frase es de Enrique IV, ayss que bien me siento, por fin hago yo de maestra jeje las tornas se cambian

 
At 6/10/05 22:28, Blogger Xavi XS said...

Todo a su debido tiempo, Kaos... Como decía una canción catalana "algú va dir que es bo tot el que es fa desitjar"

 
At 7/10/05 19:06, Blogger Willow said...

Mira, hoy (que ya tengo voz) me he sentido identificada con tu post, solo q para mi Paris dejo de ser emocionante en el mismo instante en q lo pisé. Venía de recorrer la Bretaña Francesa y después de tanto pueblecito precioso, tanto paisaje sorprendente, llegué a París y ví lo que había visto mil veces en miles de fotos. Menos mal q mi papi, q había vivido allí unos cuantos años salvó la situación llevándonos a rincones desconocidos...De todos modos creo q volveré a ver si limpio un poco esa mala impresión con la q me quedé...

 

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