lunes, septiembre 12, 2005

Pensamientos antes de pisar el asfalto

KV dedicado a: quien se inventó el chiste ese que dice que Robinho es como un triatleta, pq primero corre, luego hace la bicicleta y al final... nada.


Lunes, y como ya he dicho muchas veces, uno de los mejores días de la semana (ver episodios anteriores). Hoy no ha podido ser menos, y ha sido un gran lunes.

Y es que hoy he vuelto a ver una persona que hacía muchos días que no veía, y a la que tenía, verdaderamente, muchas ganas de ver. Hmm... La llamaré Lady Megane, ya que ella no quiere ponerse ningún apodo para identificarse aquí. Vergonzosa que es ella. Dice que le preocupa ser reconocida por alguien. Pero si esto apenas lo leen algunos miles de personas. Que digo miles. Centenares de personas. Que digo centenares, decenas de personas como mínimo. Bueno, dejémoslo en que alguien lo lee muy de vez en cuando.

Pues eso, que hoy he vuelto a ver a Lady Megane desde la última semana de julio. Muchos días. Demasiados. La mejor compañera de trabajo que haya podido tener (y me arriesgo a decir que tendré) en mi vida, y a la que he estado ligado desde aquel lejano 6 de mayo de 2002 (el día 1 después del día más triste de mi vida). Más de tres años levantando la vista y viendo al otro lado de la mesa, día tras día laborable, esos ojos tan especiales, aguantando las andanadas que siempre me ha echado (de buen rollo) y ante todo pasándomelo muy bien.

Unfortunately, algunos orcos venidos del mismísimo Mordor, decidieron en su día alejarla de un desgraciado hobbit como yo, y de la paz de La Comarca, para llevarla a algún otro sórdido punto de la Tierra Media para vayan ustedes a saber que nobles tareas realizar. Espero que algún día, nos vuelvan a encargar algún otro trabajo juntos, que el destino nos vuelva a juntar. Ni que sea tirar algún metamodelo de anillo a cualquier volcán en alguna noche de Eclipse de luna. Pero por el momento, eso no va a ser posible. A mí me envían a esa Isla tan lejos del mar, y ella aunque estará en la gloria, creo que seguirá estando demasiado alejada de ella por el momento.

Hoy hemos vuelto a compartir esa charla matutina antes de empezar con la jornada, esa pausa para el café de las diez, y ese paroncito para el tentempié de la una. Y como no, ese viaje de vuelta en metro de toda la vida. Ella, yo... y una planta (no preguntéis). Vamos un día como cualquier otro de los cientos que habremos tenido, compartiendo un montón de pequeñas cosas. Pero ha sido especial después de más de un mes sin verla, y más sabiendo que sólo podré tener esta suerte un par de días más, antes de que la vuelvan a raptar (¡jodidos orcos!).

Seguro que no le gustará nada que haya escrito nada de todo esto aquí. Pero hoy estos son mis pensamientos. Y si no escribo de mis pensamientos, luego los Anonymous se me revelan... O no, Lady Megane.

Como no van a ser especiales los lunes, si a veces vuelves a ver a gente tan especial.

Y hasta aquí lo que se daba. Ahora toca ir a sufrir un poco por las calles. La Cursa de la Mercé me espera el domingo y hay que estar preparado. El asfalto no conoce a nadie, ni tan siquiera a los enamorados de los lunes como un servidor.



Canción del día: Sobreviviré de Mónica Naranjo. Una de las que he escuchado esta mañana en el trabajo, y cuando he oído eso del "... cada amanecer me derrumbo al ver la puta realidad..." me he acordado de los que el lunes lo pasan fatal por las mañanas. Pues, hala, como dice esta chica "... debo sobrevivir, mintiéndome." ¡Mentiros y creed que ya es martes!