Weird weekend (part 2)

AGB dedicado a: la buena de Choi, que celebra estos días su segundo aniversario en el mundo blog. Muchas felicidades, wapa, por ser tan divertida, optimista y ocurrente...

Bueno, sigo con el post de ayer sobre mi "weird weekend". Para los que tengan pocas nociones de swahili, weird significa "raro" y "weekend" significa "fin de semana".

Lo dejé en que me metía en el catre a las 3 y media pasadas de la madrugada... con el recuerdo del mega-saltamontes que nos amenizó la velada

Despertador a las 10:30 para ir a correr. Suena el mismo, y me levanto para ir a correr, salvo que... no... no quiero ir a correr. No tenía ningunas ganas de ir a correr. Vanos, ni muchas, ni ninguna para ser más exactos. Dios, el atleta que hay en mi se está dejando echar a perder, supongo que me he relajado un poco, pero es que uno se hace mayor y ya no tiene ese ímpetu de antes. Eso y que a veces uno no tiene ganas de ponerse a correr tras haber dormido sólo 7 horitas en un domingo.

Holgazanea que te holgazaneará (que frase más forzada) llegué a mediodía y quedé con mi chica para ir al cine por la tarde, para luego poder ver el partido del Madrid-Barça... Bien, se encontraba mejor de sus virus estomacales y parecía que íbamos a poder quedar. Escogemos película. Por horarios no iban bien las que queríamos ir a ver, "La Dalia Negra" y alguna otra que no recuerdo... Así que descartando otras, nos quedamos con "Copying Beethoven". Compro las entradas por adelantado para evitar hacer las colas que tan de los nervios me ponen, y poder pillar una buena butaca... Perfecto.

Una hora antes de la película, me llama mi chica diciendo que está fatal de los fatales y que no puede venir. ¡Crisis! ¿Qué hacer con las 2 entradas? Ronda de llamadas a gente que viviera cerca. Nada de nada, difícil convencer a nadie para ver una peli cuando había F1 a las 19:00 y luego el Madrid-Barça.

Alternativas:

1) Irme a la cola del cine y revender las entradas intentando minimizar la pérdida. ¡Mierda! Me parecía un buen plan, pero me entró la vena ONG y me dije, "mira que si le vendo las entradas a alguien que no quiere ir a ver esa peli, y luego es una mierda". Descartada esta opción para evitarme el cargo de conciencia.

2) "Voy a ver la peli solito". Mal que me pese pierdo el dinero de una entrada pero veo una peli. ¡Genial! ¿Genial? ¿Genial? ¡Y una mierda! Caigo en la cuenta de que haciendo eso estaría un domingo por la tarde a unas 3 horas de un Madrid-Barça viendo una peli de época mientras por la tele estan dando el Gran Premio de F1 en que se decide el título y siendo la última carrera de mi ídolo de niñez, Michael Schumacher... Lo dicho, una auténtica "bullshit".

3) Reducirme hasta ser un ente tan reducido tan reducido que las leyes físicas no me afecten y mi comportamiento lo pueda definir la mecánica cuántica de manera que pueda estar en dos sitios a la vez cual electron con el don de la ubicuidad.

De todas las alternativas sólo la segunda me parecía la menos sangrante de todas, bien para mi moral, bien para mi realidad espacial y física, así que pal cine tocaba ir.

La peli, "Copying Beethoven" no estaba mal del todo. De hecho me gustó. Evidentemente si supiera más de música clásica habría disfrutado reconociendo todas las piezas del gran maestro. La historia es algo, bueno, tiene cosas poco creíbles, pero vaya no hay más que verla como un instrumento para explicar la figura de Beethoven. Y la verdad es que está lleno de frases de esas que se supone que un genio como él debe decir. Pero me quedo después de todo con algo que siempre me ha fascinado de los grandes genios. Uno escucha la Novena Sinfonía, la del Himno de la Alegría, y la reconoce perfectamente. Todo el mundo la puede tararear. Tiene ya más de creado siglos de antigüedad pero es una joya. Y me fascina el que alguien pueda haberla creado de cero. El momento de la creación. El que alguien tenga esa capacidad (¿divina?) de crear algo que será unánimemente reconocido como genial. ¿No os parece algo maravilloso? Me refiero a todas las personas que realmente caminan por donde nadie ha caminado, a las que nadie les apunta que nota poner, que pincelada dar, que palabras escribir, que de su mano, de su cerebro, de su corazón sale la más absoluta grandiosidad.

Viendo la película todo eso me venía a la cabeza y realmente disfrute mucho imaginando que es lo que puede hacer que exista gente tan increíblemente avanzada en algunos aspectos... Todo tiene sus contrapartidas claro. El tío tenía pinta de ser algo Hijo de la Gran Bretaña... Nadie es perfecto...

El caso es que por primera vez en bastante tiempo vi la peli en el cine muy a gusto. Para empezar la sala estaba medio vacía. Y casi todo el mundo eran grupos de señoras mayores. En mi fila, tres a mi derecha, y cuatro a mi izquierda (con la butaca vacía de mi chica, claro está). Silencio toda la película, nada de palomitas, respeto por los demás. Así da gusto.

Y además en la peli, sale la chica que hacía de Helena en "Troya", la Diane Kruger... Hmmm, rubita de las que me gustan a mí, pedazo ojitos... Brrrrr... Vamos que le hacía la Décima Sinfonía yo cuando quisiera...

Salida del cine y para casita a todo trapo que todavía podía ver las últimas vueltas del Gran Premio de F1… Grrrr… Como se suponía, Alonso campeón (pelín de tirria que le tengo al chavalín este la verdad) y última carrera de Michael Schumacher. Jo, la de años que he seguido la F1 día, noche y madrugada para ver al gran Kaiser. 12 años desde el primer título, cuando yo tenía 19 añitos… En fin, que me hago viejo, y como yo mis ídolos que se van retirando. Danke Michael !!!

Y ya con todo esto cumplido, tocaba relajarse. Apoltronarse bien, poner la radio, bajar el volumen de la tele, una botellita de agua para los nervios, 21:00, Canal +… ¡Madrid-Barça!

Cagontó, a los 2 minutos gol del Madrid y las cosas se torcieron… Un poco de achuchones del Madrid más, y luego lo de siempre. Paseo y humillación del Barça al Madrid pero sin meter ni un gol. Penalti que no nos pitan a favor, expulsión de uno del Madrid que el arbitro no quiere ver, y al descanso con 1-0. ¡Cagontó! Segunda parte salimos achuchando, contraataque tonto, y ¡pam! segundo golito. Apaga y vámonos. Lo que siguió ya sobró. El Madrid parecía bueno, y no lo es, el Barça parecía malo y no lo es. En fin, el mundo al revés. En Madrid contentos, toque de atención al Barça para que no se duerma en los laureles, y un servidor como siempre cabreado por el resultado.

Resumen, final. Me fui a dormir con una sensación de haber tenido un fin de semana más extraño que pa’que… Suerte que las horas de sueño lo curan todo, que si no…

Una pena que no sea Beethoven, ya que seguramente, esa noche de domingo, simplemente me habría evadido del mundo, y habría “creado” algo para mí. Por desgracia no tengo ese don, y simplemente me conformé con recordar la película, y la escena final en que la protagonista cruza un campo de espigas en un atardecer precioso…

Canción del día: Por la boca vive el pez de Fito y los Fitipaldis. Otra del Fito para completar mi relato del finde. Sabes que soñaré, si no estas que me despierto contigo. Sabes que quiero más, no se vivir solo con 5 sentidos. Este mar cada vez guarda mas barcos hundidos. Grandes letras!!!