Con gafas de sol en la madrugada

AGB dedicado a: el preso que se fue con un gallo al hospital

Ayer domingo, casi casi cerré mi Semana Santa (aunque me queda hoy Lunes de Pascua con el tema de la mona y esas cosas) viendo por la tele, antes de irme a dormir ,un reportaje de lo que se hace en algunos pueblos de Españñña para estas fechas… Los que llevan los pasos, los que van de nazarenos… Me sorprendió unos en Extremadura que se llaman “empalaos” que se atan una madera enorme a los brazos que llevan en cruz y se recorren el pueblo así pertrechados. Muy curioso (e incomprensible) la verdad.

El caso es que todo ello, me recordó a como de diferente ha sido esta Semana Santa (SS en adelante) respecto a la pasada. La pasada me fui con mi ex-pareja a Granada (tierra soñada por mí y cuna de mi querida Mamy A+++) y allí viví creo que mi primera SS de las de verdad tal y como se vive al máximo por las Españas, que aki en Catalunya lo único celebrado de la SS es que es fiesta. El caso es que en Granada, me sentí un poco como el que después de haber oído mucho a un grupo de música por la radio en casa, va un día a un concierto de ese grupo por primera vez… es como si nunca los hubiera oído… La verdad es que todo me pareció grande, muy grande tremendo y hasta excesivo, pero es que en el fondo casi todo de la religión me parece excesivo la mayoría de veces… especialmente cuando me parece que todo es una excusa que se aleja muy mucho de la idea original como eso de los empalaos o lo de legionarios que custodian a una virgen de no sé donde (NOTA: me queda pendiente como siempre exponer todo esto de la religión en ost aparte).

Decíamos ayer, que esta SS ha sido radicalmente diferente. Ningún viaje en cartera para empezar. Estaba y estoy de guardia de mi proyecto (cuarta semana de Via Crucis) y no podía planear nada a mucha distancia. Mi soltería tb ha hecho mucho para no tener plan.

Kein problem que dirían los alemanes (sin problemas) hay muchas formas de disfrutar. El jueves tocaba quedada de “sólo chicos”. Captain Kane, el Señor F. y un agobiado servidor de ustedes quedamos para comer y acabamos cerrando un bar a las 3 de la madrugada, lo típico. Ey, que nadie se crea nada raro, fuimos de procesión, y sino ahora os lo demuestro.

Comida informal en la terracita del Bar París (cuantas campanas de cole se han corrido allí colegas míos) que sirvió para el reencuentro y para que a petición nuestra, del Señor F. y de un servidor, Kane nos hiciera vivir un poco a través de su vida. Así es como llamamos al hecho de que nos cuente sus correrías con féminas de diverso pelaje y nacionalidad, a lo largo y ancho de la geografía española. Es lo más cerca que estamos generalmente de ese mundo que a veces soñamos todos (los tíos obviously) pero sólo unos pocos están destinados a catar. Es broma… Simplemente Kane tiene más historías que contar y nosotros, las disfrutamos con un poco de solete y una clara entre las manos. Italia, Francia, Portugal, cuantos puertos en los que atraca la Perla Negra.

De ahí, nos fuimos a tomar algo, que eran las 5 y no se podía acabar la tarde ahí. Apenas andamos 3 km para sentarnos en una terraza en una plaza cerquita del Raval. Nada, tres sillas con una mesa en mitad de una plaza pelín fea, no es que fuera el sitio de moda l que has de ir por narices, ni que sea cruzando la ciudad, pero somos del género tonto y nos gusta caminar (además nos gustó enseñarle la ciudad al Señor F. que parecía haber aterrizado por primera vez en BCN). Ahí me tocó a mí hablar de mi ruptura. Hmmm… Ya me sé la historia de memoria así que cada vez la explico de forma más concisa, y con la ayuda de la segunda cerveza (caña esta vez) todo salió fácil, fácil.

Levantamos anclas y hasta la zona del puerto, donde a tres pasos de la Mercé, hay un sitio de esos en que hay mesas pequeñas, sofás rollo puf (o eran pufs directamente), budas sonrientes en varios sitios, incienso en el lavabo, y una camarera argentina con un culo que da a tres tíos por hablar de forma muy desinhibida de dicha parte de la anatomía de la muchacha casi de forma primaria (esto es gruñendo a la manada). Cayó una Guiness y tocó rajar de nuestros trabajos de forma profunda. El sufijo “de mierda” acostumbraba a usarse de forma, seguramente, precipitada pero recurrente para explicar casi todo lo relativo a dicho tema. Por cierto ahora que lo escribo creo que la noche fue temática. En cada bar tomaba una cerveza diferente y se hablaba de algo diferente. Aquí mi elección fue una Guiness negra por supuesto, y es que se trataba de un bar de cocktails (¿?)

De ahí la Cofradía de la Santa Cebada llevo el Paso hasta la siguiente parada... no para que nos cantaran una saeta sino para ingerir más zumo de nuestra santa patrona (recuerdo la Santa Cebada). Estamos en El Born (roda el món i torna al Born… dice el dicho catalán). Garito típico de la zona, con ventanales al exterior, nueva cerveza y nueva conversación. Esta vez una Heineken y la conversación… bueno, akí ya hay que imaginarse que la velada se iba alargando, la cerveza iba subiendo, la pasión de los nazarenos iba aumentando por momentos y ninguna mujer estaba en el círculo. Venga lo digo ya, la conversación versó pura y llanamente sobre sexo, posturas, prácticas, deseos, sueños y frustaciones relacionadas. El Capitán nos volvió a dejar una perla a recordar (soñaremos con ello muchos días... que dig de por vida) pero en general estuvo bien, y como siempre nos echamos unas risas, como viendo a una tía en la terraza del bar tocándose y dejándose tocar unas tetas que supusimos operadas (pq si es algo habitual por ahí es que debo cambiar de amigas ya)

La noche caía sobre Manhattan y el Señor F. nos dijo que debía volver a Villeneuve-sur-la-Geltroise con paso lento pero seguro. Le dejamos sano y salvo tras caminata de más de 2 km a ritmo de record del mundo cruzando varios barrios en la parada del tren “menos” cercana.

¿Qué hacer? La fe de los dos nazarenos que quedaban seguía siendo grande y decidimos seguir con la procesión. Cena romántica, con velas y comida de autor para el Capitán y un servidor. Vamos, que nos fuimos al Foster’s Hollywood de Balmes para hacer algo de cuerpo entre tanta cerveza con una hamburguesa king size y unos nachos. Para regarlo un caldo apropiado al lugar. Una buena Budweisser fría que destapó una conversación bastante más profunda sobre nuestras relaciones pasadas y presentes, en que si algo me quedó claro es que esto de las mujeres es de todo menos fácil. Aunque seguramente mejor diría que esto de las relaciones humanas no es nada fácil, sea la que sea, y que encontrar a alguien con quien estar bien al 100% no es tarea fácil. Por fortuna, si tienes alguien con quien hablar de todo ello ya te puedes considerar muy afortunado. (BEGIN MOMENTO MOÑAS) El Capitán Kane es uno de esos con los que puedes contar para explicar esas cosas que sólo a dos o tres personas puedes contar, y a veces no coinciden con tus mejores amigos o familiares. Un gran colega sin duda al que aprecio (END MOMENTO MOÑAS)

Como en buena cena romántica pagó el hombre, o sea yo, y “cogiditos” de la mano nos fuimos a ver que nos deparaba la noche. Recuerdo a los que se hayan perdido o lean esto a tirones, que habíamos quedado a las 3 de la tarde y ya eran casi las 12 de la noche… que en nuestra jerga es un “vine a comprar pan y me enseñasteis el Corán”.

“¿Dónde vamos?” esto seguro que lo habéis dicho mil veces al salir del restaurante de turno antes de ir a tomar algo, frase que suele tener como respuestas (durante 10 minutos largos) “Dónde sea”, “Me da igual”, “Algo cerca”, “que más da”, “yo me adapto”, “no me importa”, comentarios todos ellos tan cortos como inútiles. En nuestro caso, el tema se acorta, yo no hago la pregunta, el Capitán camina y yo como buen grumete le sigo. Los vientos nos llevan…

Y como había dos barrios por los que la Cofradía no había ido aún, tocaba repartir la fe por allí. Hala a pata dos kilómetros más hasta la zona medio-alta de BCN (Santaló). Nos metimos en un bar que tal y como relata una web es habitat de “Famosillos o jugadores de fútbol, clientela entradita en años (no mucho, sólo a partir de 30) que se reúne para bailar o tomar copas vestidos de gala y con los éxitos comerciales del momento a todo trapo por los altavoces”.

Bien, cuando llegamos, todo esa fauna selecta de la definición se reducía al de la puerta, dos camareras en la barra del fondo, el Capitán, un servidor y la tremenda camarera que nos atendió de forma preferencial toda la noche. En cierta manera, lo de jugadores de fútbol lo cubría Kane, yo lo de clientela entradita en años (pero no mucho), reunidos para bailar (psseee), tomar copas (sin duda) y vestidos de gala (yo me había puesto gayumbos nuevos unas 10 horas antes) . Bromas aparte, es un buen sitio, y G la camarera nos dio vidilla hasta que no se empezó a llenar. Primeros Bombay con tónica y primeros contoneos al ritmo de una música muy de mi gusto, canciones del momento pocas y no las brutalmente comerciales, junto con un recorrido por éxitos de toda la vida de los 80 y 90. Vamos The Cure compitiendo con A-Ha, el “Like a Prayer” de Madonna dándole la mano a Amy Wynehouse y su “No, no, noooo”, buena cosa ¿no?

La cosa se fue animando cuando Toni Soprano (bueno, quizás no era él pero se le parecía mucho) llenó la pista con sus movimientos frenéticos y sincopados, sorteando a las maduritas que iban llegando. Vaya con el “joven Xavi”, ya llamo maduritas a las mujeres de mi edad, triste vida la mía en que me voy dando cuenta que con 34 las jovencitas de veintyloquesea me quedan ya casi igual de cerca que las cuarentonas. En fin… el bueno de Xavi se hace grande, y si encima le llaman “cuadriculado” como nos llamó una amiga de la camarera que nos dio palique, pues fatal. Así se nos ve desde fuera a informáticos e ingenieros… será que no han leído mi blog. ¡Qué pasa con los técnicos! No a todos nos gusta Star Trek, los gadgets electrónicos, El Señor de los Anillos, ni hacemos bromas usando términos de computadores… Bueno, sí, es verdad somos todos iguales. Pero que más da, nuestra CPU tiene sentimientos (je, je, ey broma informática). Ellas se lo pierden, la tía esa, que era la única simpática, y sus dos amigas raras. Os creéis que cruzamos medio bar, dejamos la barra que habíamos defendido con uñas y dientes para mirar el tremendo escotazo de la camarera, para ver a esas dos tías y luego va y no nos dicen ni mú. Bah. Por cierto el título del post viene de lo que me dijo una de esas tías cuando me vio con mis gafas de sol colgadas del pecho a las 2 de la mañana en un bar bastante lejos de la playa. “Somos cofrades que hemos salido en procesión hace ya unas horas, devota lugareña, y a la salida de nuestro paso lucía el sol”. Bueno, no le dije eso pq seguro que la habría asustado pero la licencia del autor me permite ponerlo entrecomillado.

Bah (again), que importa toparse con gente aburrida cuando te metes algún que otro Gin Tonic más y una Heineken para cerrar la noche de procesiones de SS y apretar tu vejiga en un asiento de taxi… Gran noche la del jueves, y nueva terapia post-ruptura gratis que me dio mi gran colega el Capitán…

Y es que todo este rollo sólo iba para poder exponer una reflexión que me vino a la cabeza el viernes cuando me levanté a las tantas. Durante estos tres meses “post-divorcio” he tenido diferentes y variadas sesiones de terapia con todo el universo de personas que conforma mi vida, en que de muy diversas formas me han dado una visión del asunto (no quiero llamarle problema) que ha contribuido a hacerme creer varias cosas.

1) Como se les dice a los alcohólicos, “no estás sólo”. Por mucho que me lo pudiera parecer, sin ser la persona con la agenda más repleta, tengo tanta gente con la que compartir momentos que me puedo considerar más que afortunado.

2) "Cada persona es diferente y puede ayudarte de forma diferente". Intentar tener un amigo superman al que secuestrar tras una ruptura no sirve. Es muy difícil, puede no resultar y puedes acabar agobiándolo hasta el punto de forzar la “ruptura” con ese amigo. Así que pq no dejarse ayudar de muchas maneras. El Capitán Kane lo hizo con nuestro código, y de una forma que no puede hacer mi mejor amigo Netrandom (y viceversa), ni mi hermano. Pero el Capitán, nunca me podrá dar los consejos de Kaos y Willow mis ángeles de la guardia, que ofrecen esa visión de amiga-hermana imprescindible, ni jamás tendrá la risa que lo cura todo de Kaos.

3) "La endogamia no es buena". Gran frase no. Ya sabéis de mi tendencia a los símiles. Endogamia es lo que se da cuando hay reproducción entre individuos de la misma comunidad o especie… Bien aplicado a mi vida, no es que me haya dado cuenta de que cualquier tipo de incesto sea malo, sino que es mi forma de decir que me considero afortunado de poder compartir el tiempo con personas tan diversas. ¿Os pasa a vosotros? ¿Tenéis conocidos a los que jamás, y siguiendo con la jerga biogenética “cruzaríais” pq son como un huevo y una castaña? Bien, pues yo conozco a gente así y lo único que puedo decir es que oírles, estar con ellos, verles actuar, saber que opinan me hace ser mejor sin lugar a dudas. Poner la tele y que sólo haya un canal es aburrido, por muy bueno que sea el canal.


“It takes all sorts to make a world” dicen los anglosajones. “Se necesita un poco de todo para hacer un mundo” Afortunadamente así es, y pobre de aquel que sólo se rodea de gente parecida a él. No pq no pueda vivir bien, sino pobre e infeliz por todo lo que se pierde.

Canción del día: I kissed a girl de Kate Perry. Sonaba en el Bocayma el bar al que fuimos y es una canción curiosa. I kissed a girl and I liked it The taste of her cherry chapstick I kissed a girl just to try it I hope my boyfriend don't mind it Besé a una chica y me gustó. Besé a una chica por probar, espero que no le importe a mi novio. Lo dicho, la endogamia no es buena…