jueves, enero 24, 2008

Del "Eterno" al "Paisa"

AGB dedicado a: el "Eterno" por haberme aguantado tanto tiempo

Esta mañana al llegar a la oficina, entre algunos de los correos más o menos amenazantes hacia mi persona que pudiera haber invitándome a hacer cosas como si la vida de mucha gente fuera en ello, me he encontrado con uno especial. Me indicaban que ya podía pasarme a recoger por la segunda planta, por un garito llamado PCShop, mi nuevo portátil. Un modelo T61 de los portátiles que mi empresa suele utilizar.

El caso es que mientras lo subía para mi planta, como niño con zapatos nuevos, he caído en la cuenta de la experiencia vital que he tenido con mis máquinas a lo largo de mi carrera profesional. Como un flash de esos que dicen que tienes cuando vas a morir, por delante de mí han pasado a modo de recuerdo todos esos engendros del demonio a través de los cuales he ido produciendo en mayor o menor medida el sustento de mi cuenta corriente.

Quizás para mucha gente que pueda leer esto, seguir leyendo en adelante como hago un glosario de todos mis ordenadores pueda resultar tedioso y aburrido. Ningún problema, podeis hacer clic en el siguiente link y esta pantalla desaparecerá rapidamente http://www.marca.com/ Para el resto, la mayoría forzados trabajadores que comparten mi ramo laboral de “alicatadores del byte” pueden sentirse mayor o menormente identificados.

Volemos a los inicios del 2000. Entro en mi empresa y aún flasheado por todas las corbatas, moquetas y jerga empresarial avanzada, me entregan un primer portátil y me sientan delante de un ordenador de sobremesa para que empiece mi andadura. ¡Buf! Vaya tiempos. El portátil era un auténtico mamotreto que se ganó en mi memoria el apelativo de “El Ladrillo”, por su carencia de cualquier tipo de refinamiento funcional o estético. Funcional pq no cumplía con su cometido, realizar operaciones que a un humano le llevarían años o siglos. No, en mi caso, aquel portátil era más lento que yo. Compilaba el “Hello world” de Java en poco menos de 3 minutos (algo así como sumar dos números de una cifra con ayuda de ábaco de bolas en tres días). Resultado: sólo lo utilicé para leer correos, y escuchar música, y gracias.

Estéticamente tampoco era una maravilla. Creo que puede pasar a la historia por ser el único portátil que no tenía ni un solo canto redondeado. Todo ángulos rectos… ¡Vamos precioso! Si le tenía poco aprecio que ni recuerdo donde ni cuando lo devolví (¿lo tiré?). Todos aquellos meses los pasé trabajando con mi sobremesa que tampoco era una maravilla y del que sólo recuerdo una tapa móvil que servía para ocultar la disquetera, y que me pasaba el día abriendo y cerrando compulsivamente, para mayor disfrute de mis vecinos de mesa seguramente.

Pasados unos meses, cambio de proyecto, y promesa de nueva máquina de sobremesa. ¡Qué alegría que nos dieron a todos! Pasada la euforia del momento, la cosa no fue tan maravillosa. Pq las máquinas llegaron por partes. Primero la torre, la CPU. Pero sin unidad de CD, y una tarjeta de red incorrecta, y sin el pequeño detalle de la pantalla. Un simple detalle ¿no? El caso es que hasta que una semana más tarde no llegaron las pantallas, unos días después los CDs, y por último la tarjeta de red, la cosa estuvo de lo más entretenida practicando bricolaje, abre, cierra, monta, quita y pon, y ahora un briconsejo de jardinería. ¡Pero una vez montado todo, que descanso! Aquella máquina me acompañó cerca de 2 años durante muchas y muchas horas. Recuerdo hasta las dos pegatinas que le puse a la torre, de una promoción del departamento de Recursos Humanos de mi empresa que protagonizaban un negrito bien curioso, y una chica que se cubría la cara con un jersey. Supongo que lo hacía para evitar el ridículo de una promoción en que la dirección intranet de Recursos Humanos estaba equivocada. Típico. Bromas al margen con aquella máquina empecé de verdad a aprender a ser un profesional de esto, y también fue la máquina que vivió muchos episodios de mi relación de aquellos tiempos, con una chica holandesa (kippenvleugels). Cuantos y cuantos correos salieron y llegaron a aquella máquina. Una época muy entrañable en la empresa, cuando tenía poca responsabilidad y mucho que aprender, y una aventura vital de lo más curioso.

Pero los tiempos y los proyectos cambiaron, y hace unos 5 años, en el 2002, me ofrecieron cambiar mi ordenador de sobremesa por un portátil. Esta vez uno de verdad, de los que no pesaban casi como la totalidad de mi peso corporal, y que funcionalmente eran modernos y completos. Tras ardua decisión, ya que dejaba atrás un monitor enorme de 17’’ (era lo que se llevaba entonces, ocupaba media mesa) por un tecladito y una pantalla mucho más pequeñas, acabé aceptando el portátil. Un modelo T23. Una joya en aquellos tiempos. 1 Gb de RAM, Pentium III (corregido a instancias del Capitan Kane, iluso de mí creía q era un P IV) con un buen procesador. ¡Qué rápidas iban las cosas, que bonito se veía el Windows 2000!

Desconocía entonces que me iba a pasar tanto tiempo con él. ¡5 años y medio! De ahí que lo rebautizara como el “Eterno”. En un mundo en que una máquina queda desfasada en unos 2 años, yo aguanté casi 6 con la misma. Una delicia en todo caso… Me ha pasado de todo con ese ordenador, y ha pasado de todo por ese ordenador. Se me cayó una Fanta de limón al poco de tenerlo. Sí ya sé que os habréis escandalizado con esto que os acabo de decir, sí, soy de los que toman Fanta de Limón. El caso es que me acojoné un poco, porque la parte inferior izquierda del teclado dejó de funcionar, la máquina se me colgaba… Tardó unos días en secarse el plástico, y luego durante algunas semanas, hasta que se secó del todo, la tecla Ctrl, la Z, las mayúsculas de la izquierda, no funcionaban nada bien… Pero al “Eterno” le pasaron más cosas… Se le cascó el disco duro… Una plaga que afectó a todos los de sus especie… Enfermaban rápidamente, no te dabas cuenta, no te avisaban de nada y un día oías un ruido metálico, cla-cla-cla-cla, como a algo que rasca, y eso era lo último que se oía y veía antes de que el disco duro pasara a mejor vida. Requiescat in Pacem Discus Durum. Así que paseito con el “Eterno” a la PCShop para que me pusieran uno nuevo. Todo el contenido al garete (¿quién hace copias de seguridad?). A algunos compis les pudieron salvar el disco duro, al menos el contenido, aunque se dieron casos en que el proceso de backup permitía presenciar copias de archivos del tipo “XXX Unreal Sex.avi” que generaban alguna situación graciosa. Sea como fuere, el “Eterno” ha convertido cientos de películas bajadas de Internet a formato VCD, que luego se grababan con su incorruptible grabadora de CDs en discos que ahora ocupan espacio en mi habitación. El “Eterno” también tenía un mecanismo de seguridad infalible. Las teclas estaban borradas, al menos unas 10 no tenían ni rastro de pintura. Eso hacía que la gente ante mi teclado tuviera a veces problemas para teclear algo legible… Ah, y el “Eterno” también tenía apariciones marianas… No, no es que se me apareciera la virgen en forma de geniecillo del Word, pero si que tenía una mancha oscura en la pantalla que cualquier iluminado podría haber asociado con cualquier figura religiosa. Yo no la veía, pq a dos palmos de la pantalla apenas si se veía, pero indefectiblemente cualquiera que pasara por el pasillo se acercaba y me decía “oye que le pasa a tu pantalla?”. Y que entrañable era toda la basura que se había quedando incrustada bajo el teclado a lo largo de los años… Ni varias operaciones limpieza muy serias por el riesgo de crecimiento incipiente de setas pudieron dejarlo limpio del todo.

Profesionalmente, el “Eterno” vivió un mega proyecto de 3 años que culminó en un traspaso a la empresa de Willow y Kaos. A los mandos del “Eterno” me conocieron y a través de él empezamos a intercambiar correos que derivaron una magnífica amistad (esa sí que espero que se pueda llamar “Eterna” sin lugar a dudas). Y algo muy bueno tenía el “Eterno” que les encantaba a Willow y Kaos. El ratón… Una cucada, pequeñito, negro, óptico, con una ruedecilla de esas para hacer scroll translúcida iluminada desde dentro por una luz roja. Buf, la de veces que me lo pidieron “queremos uno, queremos uno”. ¡Propiedad de mi empresa, chicas! Tuve suerte de que no fuera morado que sino quien yo me sé directamente me lo habría robado. No, no podía dárselo, pero que conste en acta, y ellas no lo podrán desmentir que les regalé un “ratón” a cada una al finalizar el traspaso.

Luego a ese proyecto le siguieron un par de proyectos, uno de los cuales me ha llevado hasta mis días actuales, todos powered by el “Eterno”. Pero no hay nada realmente eterno en esta vida (nothing lasts forever decian los Guns’n’Roses en November Rain), y yo desde hacía ya muchos meses me fijaba en otros, me había cansado del “Eterno” y como un hombre infiel, empecé a desear a otras… máquinas…

Hasta que en septiembre llegó el momento. Mi coordinadora me dijo que se había liberado un T41. ¡Qué alegría! Por fin iba a poder dejar de hacer calceta entre algunas operaciones que le pedía al “Eterno” (que en los últimos años ya debía su sobrenombre al tiempo de computación que empleaba en todo). Así que al entregármelo, junto con el bautizo oficial, el “Deseado”, empecé la noble tarea de traspasar todo lo necesario de uno al otro. Toneladas de información innecesaria, directorios y más directorios caóticos, cosas duplicadas en mil sitios, archivos con chorradas recibidos de Intenet… Traumático. Además me enfrenté con lo más temido… conseguir que todos los programas y conexiones al mundo exterior acumuladas en el “Eterno” funcionaran en el “Deseado”. ¡Lo que me costó! No os podéis ni imaginar la de cosas que hay que configurar para que un día de trabajo normal pueda ser posible. Supongo que en tiempos pre-informáticos, la gente no sufría nada de esto. Nueva máquina de escribir, daba igual, el papel se metía igual, y las teclas eran las mismas… Nada más que aprender.

Que alivio fue el “Deseado”. Una resolución de pantalla magnífica, que me permitía ver muchas cosas a la vez (yo soy de los que cuanto más pequeñita se ve la letra en el monitor mejor), y con el “Eterno” era un suplicio, ya que todo se veía muy grande, y se estaba eternamente (otra vez justificando su apodo) moviendo el scroll para verlo todo. Además el “Deseado” vino con un poco más de memoria, y mucha más potencia de procesador. Por fin algo digno de mí y de mi persona… que se estaba dando el caso de novatillos que llegaban nuevos y tenían mejores máquinas que yo… Ni hablar esto ha de ser como la mili, donde se ha visto que el Corneta coma mejor rancho que el Teniente…

Así que el “Deseado” y yo nos hicimos rápidamente amigos, pero la fortuna me deparaba un giro inesperado. La empresa madre de la filial en la que estuve estos tres últimos años, me dijo que me repescaban. Muy complicado. Del 2000 al 2o04 estuve en la empresa madre, y del 2004 al 2007 en la filial. Pues desde el 2008 vuelvo a la madre. Y ¿que significaba eso? ¡Más pastaaa! [Que materialistas que sois todos]. Más pasta, sí, pero sobretodo máquina nueva… Sí, en cuatro meses pasé del “Eterno” al “Deseado” para acabar cayendo en brazos del “Breve”. Una nueva versión de portátil iba a reemplazar el T41 que era el “Deseado” para pasar al T60 que era el “Breve”.

Me entregaron el “Breve” a principios de enero. Máquinorro más potente. Dual Core, 2GHz de procesador, resolución de pantalla enorme, 2 Gb de RAM… una delicia. Pero vengaaaaa, otra vez a traspasar las cosas de un sitio a otro. Por suerte esta vez las tenía más frescas que con la llegada del “Deseado” y completé el proceso en 2 días…

¿Pero pq el “Breve”? Pues pq si nos acordamos del inicio del post, el portátil que he ido a recoger esta mañana NO es el “Breve”. Sólo ha pasado un mes desde el “Breve” y me han asignado otro. Es un T61, en lugar del T60. Pocas diferencias. Pelín más de procesador, y la pantalla es apaisada, de ahí que ya tenga nombre mi nuevo portátil, el “Paisa”. Nuevamente me esperaba proceso de transferencia de datos, renovación de conexiones, etc… pero creo que he optimizado al máximo el proceso, de manera que en menos de 4 horas estaba ya trabajando con mi nuevo portátil a todo gas [bueno esto es un decir, a todo el gas que quería]

Sólo espero que el “Paisa” me dure muchoooo tiempo y no tenga que hacer ninguna nueva migración que ya sería un poco pesado el tema. Además no creo que me acabe esta máquina hasta dentro de un par de años…

Todo un periplo de máquinas el que he seguido en estos 8 años, el “Ladrillo”, el “Eterno”, el “Deseado”, el “Breve” y ahora el “Paisa”… No sé, a muchos les puede parecer algo sin mayor trascendencia, pero nuestra máquina es nuestra herramienta de trabajo, alguien con quien pasamos horas y horas a diario, y yo les acabo cogiendo cariño. Es como el coche de Fernando Alonso, la raqueta de Rafa Nadal, la p…. de Nacho Vidal, lo que nos ayuda en nuestro día a día profesional…

Además yo soy bastante fetichista en cuanto a los objetos… Un día dedicamos capítulo exclusivo a mis obsesiones fetichistas (que nadie se disfracé con ropa de cuero y látigos, no va por ahí, desquiciada audiencia).

¿Tenéis alguna historia de amor/odio con vuestros ordenadores, portátiles?


Canción del día: November Rain de Guns'n'Roses ¡Qué bonita canción! ¡Qué bonito video! Y qué bonita estaba la novia de Axl Rose en el video cuando iba de novia al altar enseñando la liga.

So never mind the darkness
We still can find a way
Nothin' lasts forever
Even cold November rain

No tengais miedo siempre se puede encontrar la forma

Etiquetas: ,

5 Comments:

At 25/1/08 09:28, Anonymous Anónimo said...

Puntualizo: el T23, "ladrillo", era un PIII no PIV! Era como el caballo del malo. Supongo que para escribir conservarás el teclado que suena TAC TAC TAC TAC, en el cual todo el mundo sabe cuando chateas o cuando trabajas!

 
At 25/1/08 09:31, Blogger English Department said...

JAJAJA...mi portátil entra dentro de los llamados "Eternos" porque cuando lo abres hace un ruido parecido al que hacía la puerta principal de la familia monster. y además ¿¿quiere algo decir que se vea la pantalla en negro y las letras en verde??? y que el juego más moderno que tenga se llame "comecocos"???...Mmmmm...no sé, pero me han dicho que los ordenadores ya se pueden ver en colores!!!!!!!!!!!
Muchos besos desde Harvard city!!!

 
At 27/1/08 11:28, Anonymous Anónimo said...

Sólo puntualizar que el incidente de la copia del ficherito "xxxSex.avi" es gracioso ahora, pero en el momento en que pasó fue de esos "no sé donde meterme". Además, como la peli no era larga (más de 1gb, creo recordar), tardó varios minutos en hacer la copia, minutos en que en el centro de la pantalla se veia: "Copiando archivo XXXSexSexSex.avi". La miradita del técnico que estaba copiando el disco duro ya os la podeis imaginar.
Por cierto, que no lo has dicho, pero esa peli la teniais todos en vuestros portátiles, sinvergüenzas (era la de la pizza, y ya no digo más)

 
At 18/2/08 18:35, Blogger Willow said...

Xaviiiiiiiii

QUIERO UN RATOOOONNNN, no, rectifico...QUIERO EL RATON DEL ETERNOOO

:P

Que buenos momentos la verdad...aunq algún mal rato te hicimos pasar, desde luego mereció la pena...jeje

 
At 26/12/08 09:47, Anonymous Anónimo said...

Dil öğrenimi için başlıca merkezlerden biri olan Malta;
İngilizce öğrenme sürecini Akdeniz' in kültürü ve harika doğal güzelliği ile birleştirmek isteyenler için ideal bir seçim.
İngilizce adanın resmi dili ve heryerde konuşuluyor.

 

Publicar un comentario

<< Home