viernes, enero 18, 2008

En brazos de Tino

AGB dedicado a: A la del 1º B con tendedor grande y trastero grande ¡Qué alegría podré elegir en que sitio grande duermo de los dos!

¡Cómo puede ser! 17 de enero y ya empiezo a fallar a uno de mis propósitos de inicio de año: escribir más/escribir más en mi rincón anti-agobio.

Días ocupados para un servidor desde la mudanza a mi nuevo piso. 12 días se cumplen hoy de resistencia numantina en mi nueva morada… Bueno, tampoco debería exagerar. Nada de eso, realmente me siento muy a gusto en el piso. He de decir, y como le digo a casi todo el mundo al que veo en persona y me pregunta, que ha de pasar más tiempo para que me aposente y tenga una opinión más definida al respecto del cambio, pq literalmente no paso tiempo en el piso. Al menos no paso tiempo consciente, que un mínimo de 7 horas durmiendo estoy, pero esas horas como que cuentan poco ¿no? Del resto, horas despierto, si me paro a contar, pues apenas paso dos o tres cada día. Así que si pusiéramos todas las horas de vida consciente una detrás de otra, como en el anuncio aquel del Fairy en que ponían unas mesas larguísimas para decir que lavaba más que los demás lavavajillas, pues si hiciéramos eso, y las horas fueran como platos, vamos, en una mesa chiquitina cabían todos… [Jope empiezo bien ya con mis analogías]

Pero en general, la experiencia está siendo buena, y tras algún día de duda me estoy entusiasmando. Las dudas las achaco a un dolor de muelas, mezclado con fiebre y malestar general que me vino todo de golpe en 3 días, como resultado del esfuerzo del fin de semana de traslado. Buf, se me hizo muy durilla la noche del miércoles. Pero uno tiene unos genes como toros [segunda analogía barata] y me sobrepuse, y mi alegría y optimismo me echaron para adelante. Como me llama mi amiga Willow a veces, el caracolillo, sacó sus cuernecillos al sol [esta analogía de cuernos, por favor tomémosla en lectura caracol y no en ninguna otra por favor] y otra vez le volví a pillar el gustillo a vivir solo.

Voy descubriendo cosas de mi piso. Esas que a veces no se ven cuando vas poco. Por ejemplo mis vecinas. A la peña masculina, que nadie se imagine ya a rubias de largas piernas subidas a tacones imposibles presentándose en salto de cama a pedirme una taza de azúcar. Bueno, lo de los tacones si se puede dejar presente. Y es que tengo dos vecinas en la planta de arriba, una mujer y su hija, que creo que confunden su casa con Pasarela Cibeles, o están preparando ya los castings de Supermodelo 2008, porque me deleitan muy a menudo con paseos taconiles sincopados que perturban mi concentración… Nada grave, y tras unos cuantos días, como el que vive al lado del aeropuerto, he aprendido a no oír las pisadas tanto. Mi piso pertenece a una finca ya vieja, y supongo que el aislamiento acústico no sería el fuerte del arquitecto, así que a veces sufro de zapateados intensos…

También he descubierto que deberé comprar cortinas (sí, no tengo cortinas todavía) para evitar que por alguna rendija de la puerta del balconcito que da a mi dormitorio se cuele algo de aire, que con el vendaval de estos días en Barcelona, y el hecho de que viva en una cuarta planta, ha hecho que a veces, durmiendo sintiera como si alguien me soplara en el flequillo. ¡No puede ser! Intentaré aprovechar todas aquellas horas de las tardes de domingo viendo Bricomanía, que creía estériles e inútiles, para poner algo de cinta que aísle el espacio milimétrico por donde se filtra un poco de aire. Con eso y cortinas (pánico, creía que ya todo lo jodido de escoger estaba escogido y quedan las cortinas) creo que mi dormitorio quedará finiquitado.

Por el resto todo muy bien. Eso sí, tengo unas ganas de dormir más de 7 horas seguidas, y es que me muero de sueño. Por fortuna, ya he marcado la noche del viernes al sábado para tener mi cita de lo que llamo higiene de sueño (dícese de dormir una noche seguida sin poner despertador, aguantando como un jabato horas y horas planchando oreja, y despertarte con los primeros rayos de sol, para tras paso por el lavabo, volver a zambullirse entre los brazos de Amorfo, Morfeo o como se llame, hasta las mil. Amen).

Para tan noble tarea, además con la ayuda de uno de los grandes inventos de mi nuevo piso, que no es otro que mi cama. [Nota para la audiencia masculina: NO, tampoco es una cama de agua como vuestra mente calenturienta pudiera imaginar que me haya comprado. No]. A instancias de mi chica, que me “rayó” (como dice la juventud de ahora) día y noche, noche y día (con sus mediodías y atardeceres incluidos), acabé comprándome un colchón de la marca esa que anunciaba Constantino Romero, y que tiene nombre de principado de la Riviera francesa, que empieza por “Lo” y acaba en “Monaco”, así que para los poco espabilados vendría a ser un colchón “Lo Mónaco” de látex. Valen caretes, pero escuchar la voz de Xavi: son mano de santo. La primera noche lo noté raro, por eso y por un molesto granito que me salió en la rabadilla, pero desde entonces… lágrimas, dolor, aflicción, pena profunda y una inmisericorde turbación, inundan todo mi ser, cuando al alba y con fuerte viento de levante (que diría don Federico Trillo) el despertador suena, y rompe mi idilio con Tino (venga ya le he puesto nombre a mi colchón). Terrible, pero sé que voy a disfrutar mucho en ese colchón [risas malévolas, chistes fáciles y picaresca de tercera son plenamente aplicables en este punto].

Así que, no sé cómo se verá desde fuera, pero bien ¿no’ Me queda mucho más que contar. No conozco a casi ningún vecino, salvo el de mi misma planta, que está feliz, pq, y son palabras textuales “ja sé que si em moro tu estaràs aquí al costat” (que en la lengua del Estado sería algo así como “ya sé que si me muero, estarás tú al lado”). Genial, no, aquello que te da un buen rollito cada vez que tocan el timbre. Pero ya hablaremos de él. De los demás, nada de nada. Una pareja que se discutía un día. Los del entresuelo primera que creo que eran una pareja gay (tenían su plaquita del buzón con el arco iris) ya no son los que ahora viven. Otros que tiene apellido de plataforma de desarrollo de software (.NET)…

Mis primeras experiencias en la cocina, la película “Tú la letra y yo la música” que estoy viendo en trocitos de 15 minutos mientras desayuno, mi sofá que es primo hermano de Tino en comodidad, mis noches sin Internet, mis dudas sobre donde colgar el rollo de papel de water… Tantas historias que faltan por contar, pero será en la próxima entrega…

Que tengáis buen fin de semana, o lo que sea hoy cuando lo leáis. Yo como Gloria Gaynor, sólo puedo deciros para despedirme que…

At first I was afraid… but I will survive…

Canción del día: Sirena varada de Heroes del Silencio. Nada que ver con el post pero la escuché ayer mientras trabajaba y no pude parar de tararearla para mis adentros el resto del día
Sirena, vuelve al mar,
varada por la realidad.
sufrir alucinaciones
cuando el cielo no parece
escuchar

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4 Comments:

At 18/1/08 08:28, Blogger English Department said...

Hola Xavi, Soy la Pirá de Harvard. Estoy encantada de oir hablar de Tino, sobre todo porque creo que voy a necesitar yo un Tino también...ya me contarás.
Me gustan tus comentarios y te imagino con una bata de "guatiné"(de esas que sacaba Gracita Morales (DEP) , una malla de esas que sujetan los rulos de las "marus" y un plumerito limpiando el polvo de tu casa mientras tarareas "El niño de la Copla" y es que estás hecho pa' tu casa. MUCHA SUERTE ENANO!!!! Besos desde HARVARD-CITY. Eva

 
At 18/1/08 11:49, Blogger Willow said...

No me lo puedo creer!!! No tienes cortinas y has sido capaz de ir a vivir allí!!!

Bieeeeeeen!!!!!!!!

Bueno caracolillo que veo que vas pasando de caracolillo a rey del hogar y me alegro mucho.

Ah!! Y gracias por dedicarme el post, si te hace ilu dormir en el trastero grande o en el tendedor grande te dejo, pero creo que estarás más cómodo en uno de mis tres dormitorios, bueno de dos, que el mío no entra en rifa ;)

bss!

 
At 18/1/08 15:35, Anonymous Anónimo said...

Tengo que ir apuntando todos los pasos que sigues para cuando tenga mi psio. Colchón Lo Mónaco, ya está aquí apuntado; para mí lo más importante es la cama, lo único importante es la cama! jajaja :)

un beso!

 
At 22/1/08 11:25, Anonymous Anónimo said...

Anda, yo también me he pasado toooodo el fin de semana de mudanza!!
Por fin estoy en mi piso.Es precioso, muy luminoso y está lleno de cajas y más cajas...Estoy bastante cansada, pero merece la pena.
Por cierto...a ver cuando organizamos unas cerves(que complejo que tengo de fiestera, siempre soy yo la que las propongo!)

Bss

 

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