Bodas van, bodas vienen, amigo Jan

AGB dedicado a: todos aquellos que alguna vez hayan creido en el amor eterno

Barcelona, 22 marzo 2007

Hola, Jan

Perdona que haya tardado tanto en contestar a tu carta, pero últimamente estoy que no doy abasto con todo lo que llevo entre manos, ya sabes el piso, el trabajo y lo que va saliendo. Está genial todo eso que me cuentas de Londres, y me alegra saber que en el trabajo te vaya bien aunque eso no es sorprendente en ti. Y sí, desafortunadamente, el tiempo no debe ser ni remotamente tan bueno como el que tenemos aquí. Por si te sirve de consuelo, estos tres últimos días en Barcelona ha hecho muchísimo viento y ha vuelto algo de frío... supongo que será el último aliento del invierno antes de irse…

Me preguntabas por mi chica, que como nos ibas, que si me casaba ya con ella... ¡Una broma muy típica para la gente que está empezando! Es broma... La verdad es que todo nos va bastante bien, ¿sabes que celebraremos diez meses juntos en Florencia? Nos vamos de vacaciones de Semana Santa allí unos días. Ya te contaré, pero en cualquier caso, en general todo bien, pero de boda no me hables.

Jan, tú ya sabes que yo respecto al tema matrimonio soy algo escéptico, bueno más que escéptico, que nunca he estado lo suficientemente cerca como para planteármelo seriamente. Así que con tu carta de la semana pasada haciéndome esa broma, ya han sido treinta mil los frentes por los cuales me ha llegado lo de pensar en lo que supone el matrimonio.

El mayor ejemplo de ese sutil bombardeo se dio el viernes pasado. A eso de las tres de la tarde un ex-compañero mío se pasó por la oficina, y nos entregó, a mí y a unos más, la invitación para su próxima boda que será a finales de Abril. Un gran amigo al que ya hace casi 7 años que conozco. Nada apuntaba a que se fuera a casar, pero ha sido tener un hijo y casarse. De hecho será una boda diferente ya que, en un innovador 2x1, habrá boda y bautizo. Not to say, que será boda total en iglesia con reparto de hostias, arroz y lecturas de los evangelios y demás, en que volveré a oír todas esas historias para no dormir que a poco que me concentro en lo que dice el cura no puedo por más que analizar y me da la risa. Con, como no, el colofón final ese de los votos que los contrayentes (hmmm... jerga contractual ¿no?) tienen que hacerse ¿No te recuerdan a una condena, Jan? “Hasta que las muerte nos separe” que dicen los anglosajones, “todos los días de tu vida” que dicen por aquí en Spain. Ninguna mención a rubias de largas piernas con tatuajes en la espalda, o a neurocirujanos con bronceado de yate superlujoso como causas de ruptura. Credibilidad cero. Hasta un "amarla y respetarla" creo que oí una vez (como si se pudiera hacer lo primero sin lo segundo). Bah, como siempre el día de esa boda volveré a perderme en mi mismedad, fijarme en que altos son los techos de las iglesias, en cuanta gente tose, en cual de los testigos que salen a leer esos pasajes tan amenos de la Biblia está más atacado de los nervios y en lo ridículo que resulta fijarte durante 5 minutos en todo lo que hace el fotógrafo contratado por los novios que intenta jugar a ser el hombre invisible para pasar desapercibido (ya verás Jan, inténtalo alguna vez, fíjate un rato y luego intenta no hacerlo, es imposible sólo te fijarás en lo que hace).

Luego, por la tarde fuimos a celebrar, de forma algo improvisada, que una compañera mía se nos casa este sábado (no sé cuando recibirás tu esta carta). Nos pasamos por el bareto de siempre, que está cerca del curro y nos tomamos unas birras. Nada que ver con las cervezas que nos tomábamos en la Brauhaus de Fallersleben, aquello si que eran Franziskäner auténticas, deliciosas Weissbier que sientan tan y tan bien... Nada, me conformé con las Estrellas de siempre.

Allí vi el otro reverso de los matrimonios. Mi amiga me decía que se casaba, pero que ella en realidad ya estaba "casada" con su chico desde hacía años. Y es en cierta manera verdad, y destaca eso de lo que alguna vez ya hemos hablado, que lo del matrimonio nada tiene que ver con una ceremonia, ni unos papeles, ni en 130 personas comiendo juntas un menú con nombres de platos rarísimos. El matrimonio es algo más real que afecta al cada día de tu relación con alguien. Por así decirlo, es algo así como el hacer realidad los votos de las botas católicas sin tener que prometerlo ¿no?, ni empezar a separar en "amarla y respetarla" que suena a martingala legislativa que luego te permita, precisamente eludir esas responsabilidades. Nada de eso, los votos esos se han de probar día a día, y ni Dios, ni el Alcalde elegido deben meter baza en ello, ni ser los que den la autorización. Bueno, que me voy del tema. Pues eso. En este caso será una boda civil. Que básicamente les otorgará unos papeles que en su caso seguro que les reportan una seguridad que sin ellos no tendrían. Seguridad ante hacienda, el ayuntamiento, o el simpatiquísimo Señor Martínez, el director de la oficina del BBVA que les ha de revisar la hipoteca... Porqué la otra seguridad, la de que su pareja la amará y respetará, la cuidará y la mimará, esa no creo que se la dé el edil que les declare “marido y mujer” (¿nadie a pensado en alguna vez cambiar el orden?). Esa seguridad, la de saber que la otra persona siempre tendrá la misma ilusión por ti, esa, amigo Jan, se gana cada día, y se puede perder en una noche, o en una mirada...

Vaya rollo que te estoy metiendo. Bueno, el caso es que ese viernes nos lo pasamos de fábula, pásate por mi blog y mírate que he escrito un post sobre ello. Y si lees el post verás que otra compi me reveló que también se casa (ves como parece que todo el mundo se haya confabulado para recordármelo a cada paso). La verdad es que fue un alivio que me dijera que se casara, pq yo creí que me iba a decir que se iba de la empresa, y es una tía de muy buen rollo. Muy tirando a alemanufa, así rubiales de ojos claros como tú. Eso sí, mezclado con que es del sur, de Granada. Una chica muy divertida. En el post es Lady A+ para que ates cabos... Pues eso, que me dijo que se casaba. Incluso esa misma noche conocí a su chico. Y claro hablamos mucho del tema de la boda, de la organización, de los regalos... Básicamente tema logístico. Supongo que la suya será una boda normal, nada que ver con las ceremonias esas de la ostentación que hace alguna gente, que hace el convite en castillos, o masías de esas, perdidas no sé donde que flipas para llegar, con un pianista en la entrada, y que también dan un poco de sensación rara, de no saber pq se ha montado ese circo, de si lo que se ha organizado es por gusto propio o para que los demás estén notificados del tema. Demencial, que diría nuestro amigo Netrandom. En una de las últimas que fuimos la novedad era la supuesta maquilladora que había en el tocador de señoras. Maquilladora, que implicaba lista de bodas de las de "cágate lorito" que diría el Pepe Rubianes, por aquello de lo de "al menos pagarse el cubierto". Lista de bodas o ingreso en cuenta que es lo que se lleva ahora. Ingreso en cuenta previo consenso entre todos los amigos, no vaya a ser que no-se-quien dé más que yo. Eso o el extremo contrario, que seguro que también te ha pasado, el del “venga entre todos le hacemos un regalo conjunto”. Y luego resulta que nadie quiere poner ni un duro… En fin, que ella también se casa, y una vez más citaba entra otras razones que eso te da más seguridad en el mundo de hoy en día. Por lo del, "oiga señor doctor, deje que pase a la UVI a ver a la persona que más quiero en este mundo, si a la que le lavo los gayumbos cada día, la que me hace reír como sólo él sabe hacerlo, y deje de decirme que no puedo pq no soy familia suya, venga no me haga esa putada, no permita que se muera sin haberle estrechado la mano por última vez".

Y ya para acabar de rematarme, resulta que este martes mi hermano cumplía como cada 20 de marzo, aniversario de boda. Catorce añitos ya, buf que pasada. Supongo que es la cara amable del matrimonio y la prueba de que realmente, a veces no es tan complicado encontrar a una persona con la que ser feliz.

Así que ya me ves, rodeado de bodas pasadas, bodas presentes, bodas inminentes y bodas futuras. ¿Y yo? Buf, la verdad es que no me veo casado. Bueno si que me veo “casado” al estilo de mi compañera la que se casa el sábado, compartiendo mis días con alguien, pero no me veo yo preparando una boda. Con lo agobio que soy, imagínate pensar que al día siguiente 100 personas van a estar como examinándolo todo. Cuesta de creérmelo. ¿Por la iglesia? Para eso habrá que ser muy convincente, o sedarme como hacían con el negro del Equipo A para que subiera a un avión. Y es que no creer en todo el teatrillo que creo que es la iglesia debe resultar un poco inconveniente ¿no? Pero supongo que si me lo piden, y para mi pareja es una ilusión de su vida tampoco lo negaré. Al fin y al cabo, los curas si haces lo que toca en el guión, rollo no escupir la hostia en su cara al grito de “Satán vive” yo creo que te casa y punto. Amos, con los pocos seguidores que tienen como para descartarlos así de buenas a primeras. Nada de iglesias si se puede evitar, además sería un poco como una burla a los que si creen. Pero el caso es que ni siquiera la boda civil me convence. Un tanto extraño eso, pq es como hacer una ceremonia de algo muy administrativo, nunca he entendido la parte de ir al juzgado a ver a los novios. Si lo que mola es la fiesta, pues ya está, que los novios se inscriban en el registro, pero luego quedamos todos en el restaurante o donde sea… No, que no me veo. Nada que ver con mi romántica idea de joven en que me imaginaba el matrimonio como una prueba pública, un grito a los cuatro vientos del amor sin límites, eterno y sincero, por una persona… Hmmm… Ahora con muchísimas más canas he descubierto que de ostentaciones cara a la galería las mínimas, y que lo que cuenta es ser capaz de retener la chispa de la alegría en los ojos del que te mira. Se entere todo el mundo, o sólo la vecina del ático.

Bueno, Jan, no te doy más la vara. El día de mi posible boda, a la que estarás invitado, me quita el sueño un poco, pero mucho más saber si responderé a lo que se supone que debe ser un marido para alguien. Debe ser complicado ¿no? Pq bodas, como madres no hay más que una. Pero días que llenar de amor, alegría y esperanza… de esos hay muchos.

Lo dejo así. Al volver de Florencia te cuento algo más. El resto de la tropa está bien, y descuida que les daré recuerdos de parte tuya.

Auf Wierdesehen, mein Freund

Canción del día: Brilliant disguise de Bruce Springsteen. Bueno eso de que no creo en Dios es realtivo, creo en Bruce Todopoderoso así en la Tierra como en New Jersey. Dice esta canción We stood at the altar The gypsy swore our future was right But come the wee wee hours Well, maybe, baby, the gypsy lied Cuando las cosas no van bien, bueno, siempre podremos culpar a la gitana ¿no?