domingo, mayo 03, 2009

Cuando se está bien

AGB dedicado a: las madres que hoy es su día. En especial a la madre que parió a todos los culés


El hombre, entre los que me incluyo si acaso el primero, siempre ha tenido tendencia a intentar exponer conceptos relativamente simples y básicos con analogías y símiles que faciliten aún más su entendimiento… Uno de los más recurrentes desde que la tierra gira es el de la metáfora del momento, lugar o estado de infinito placer y felicidad para el hombre…

Alcanzar el Nirvana, una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa, ni efecto, ni cambio, ni detenimiento. (Courtney Love seguro que tendría una definición mucho menos poética de que era alcanzar el Nirvana)

Entrar en el Valhalla, que no es ningún bar de copas, sino esa fortaleza que era el palacio de Odín a la cual los guerreros nórdicos fallecidos en el fragor de rudos y brutales combates eran conducidos por las valquirias, rotundas y rubias señoras, la sola aparición de las cuales ya debía ser un primer atisbo de suerte cambiante para el moribundo luchador.

Llegar al Séptimo Cielo, otra analogía del Estado Supremo, pues siete fueron los cielos que Dios creó y que, a modo de jerarquía de niveles de videojuego, el fiel va ascendiendo y ascendiendo, nivel tras nivel hasta llegar al último que es donde se supone que está Dios (o eso creo, perdonadme pero mi ateismo galopante, a veces me ha hecho perder conceptos básicos del Cristianismo)

Estar en el Jardín del Edén, que es el lugar terrenal en el que Dios puso a Adán y Eva, donde colocó dos árboles especiales, llamados el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida, y en definitiva el lugar en el que Dios le otorgaría al hombre todo aquello que necesitase para tener gozo, placer y armonía, de modo que nunca nada le faltaría.

Hay tantas formas de describir el estado máximo de felicidad del hombre… escoger la metáfora que mejor define ese estado resulta difícil… Es por eso que para no pecar de parcial, y siguiendo muy en mi línea de simplicidad y pragmatismo, voy a escoger una expresión de otro gran filósofo para describir como ha sido este fin de semana que me ha llenado de felicidad hasta puntos insospechados, en especial el sábado. El filósofo no es otro que mi hermano, y su frase, una que habré escuchado no una sino mil veces:

“Qué bien se está, cuando se está bien”

Parece chorra y banal, pero es el paradigma de expresión que contiene mucho contenido en pocas palabras. Menos, árboles mágicos, menos sitios en que no hay causas ni efectos, menos, estructuras de cielos dispuestos en plan cebolla, menos valquirias llevándote a una fortaleza eterna… bueno esto último tiene su puntillo para un “rubiofilo” como yo… pero al tema, seamos más simples caray. Qué bien se está cuando se está bien, y que poco más se necesita cuando puedes decir esa frase.

OK, de acuerdo, ya voy matando al poeta profundo y saco al cronista de la realidad.

El sábado pintaba muy pero que muy bien. Un viernes de colchón, que hizo las veces de desintoxicador entre la ponzoña de la vida laboral y las mieles del feliz fin de semana, me dejó absolutamente relajado y preparado para afrontar una jornada de un prepardísimo dolce far niente y de hedonismo puro y duro

Y que mejor que empezar el día notando tu cuerpo… ¡¡¡Eh!!! Mentes quietas y bocas de estupor cerradas!!! He dicho hedonismo, que no onanismo… Lo de sentir el cuerpo va pq me fui a nadar por la mañana, y no por ningún tipo de guarrería que podáis imaginar… ¡Qué placer más supino! Disculpadme, ya que quien me conozca básicamente ya sabe de ello, pero yo soy mitad pez, mitad lo que soy (lo de hombre me debe quedar grande asñí que no lo digo), y estar metido en el agua desplazándome con libertad es uno de los placeres más grandes que creo que el hombre (o yo) pueda experimentar. No podemos volar (sin hierbas mágicas que ayuden ,claro), así que el único hábitat terrestre que nos está permitido probar, a parte del habitual, es el del agua… Así que largo va, largo viene, con los estimulantes reflejos del sol que entraban por las cristaleras de la piscina a la que voy, empecé el sábado de la mejor de las formas, siendo consciente de mi cuerpo, liberando los músculos, y quedándome, bien, bien relajadito…

Vuelta casa y en el móvil mensaje de mi Capitán, el Capitán Kane. Me mandaba a comer prontito, liar el petate con lo imprescindible para unas maniobras de cercanía, y citándome en el muelle de Sants donde últimamente la cosa está que arde (burn, baby, burn).

So it was, y a eso de las 15:00 hora Zulú, y hora de BCN tb, la Perla Negra hizo aparición, infringiendo varias normas de tráfico, llevando en proa al Capitán y como vigía a Brother of Mercy, marino no conocido hasta el momento por un servidor, pero del que conocía su existencia y su querencia a escribir bellos cuadernos de Bitácora. Se presentó Brother al grumete de los agobios inacabables y la Perla con los cálidos vientos de la tarde nos llevó a localidad cercana a la gran urbe catalana.

Las cuatro y poco de la tarde en el reloj y un sol de justicia colgado del cielo, no sé si del primero, el segundo o el tercero, pero seguro que de alguno de los bajos en el ranking de los siete, se preparaba a presenciar un partido de fútbol en la cumbre. Fútbol base, fútbol primario, fútbol de hombres, fútbol… que se juega a horas que no se debería jugar a nada.

Bueno, el caso es que mi amigo el Capitán entre escaramuza y escaramuza para capturar algún botín, juega al fútbol con toda la pasión, calidad y esfuerzo que se merece, en una categoría que poca justicia le hace. Campos desiertos, más jugadores en el campo que gente en la grada, pero entretenido para los fanáticos del fútbol. Si todo ello se da en una buenísima tarde de mayo, ideada para pasarla al aire libre y con la conversación siempre agradable y variada de Brother of Mercy, el tiempo pasa de forma gustosa y relajada.

Gol en contra en la primera parte con el Capitán reparando los aparejos en el banquillo… Segunda parte, se acabaron las tonterías… Los buenos al campo, y también salió el capitán… Presión arriba, ocasiones, y dos goles para finalmente llevarse la justa y merecida victoria a domicilio. “Feina feta” que se suele decir por estos lares…

Duchita para los futbolistas, instante a la sombra para los aguerridos hinchas, y todos a la Perla, para volver a la city. El día pintaba bien. Que digo, continuaba de fábula, pero como cualquier narrador omnisciente del final de la historia diría, lo mejor no estaba sino por llegar todavía.

La tarde iba pasando y nos encaminábamos al gran momento. Las 20:00, again hora Zulú y de Barcelona. El momento mágico. Madrid-Barça. Buf… Que bien me vino estar ocupado toda la tarde sin preocuparme por el partido, pq apenas estuvimos 50 minutos esperando a que empezara el partido en un bar cerquita del Camp Nou y por poco me pongo histérico…

Primeras cañas de la tarde para entonar el cuerpo, y a la hora prevista, pitido del árbitro, bola en juego y empazaba lo bueno… A priori bar totalmente culé, e inicio esperado. El Barça, tocando, mandando, avisando, pero fallando. Y, en estos casos, como dicen las crónicas medievales, el que no se ajusta la silla del caballo se cae y al que perdona Higuaín le mete un gol (o algo así)… 1-0 en el minuto 14 y unos cuantos merengones, atrevidos y lenguaraces salieron de la madriguerz y a escasos 200 metros del santuario blaugrana osaron cantar el gol rodeados de culés boquiabiertos… “Lo han vuelto hacer, tienen más suerte que si fueran buenos”…

Nada. El gol fue el aperitivo de lo mejor, y prólogo a aquello tan humano del “más dura será la caída”. Apenas unos minutos después, golazo de Monsieur Titi Henry… Estallido de euforia, el terceto protagonista dio un brinco brutal de las sillas. Primeros vasos rotos, cerveza desparramada y momento de acercamiento masculino simbolizado en abrazo a tres bandas… Y al poco y con la adrenalina por las nubes, testarazo de Puyol que acaba en la portería, con besos a la senyera del brazalete, y rizos de la Pobla de Segur incrustados en las redes del Bernabéu. Miradas de “toma, toma” a los merengues que empiezan a dar la espalda a la pantalla… Poco tiempo pasa y Messi marca el 1-3… Y el Barça tocando, y tocando, y el bar enloquecido, y la sensación de que aquello no se puede torcer ya y que les puede caer la del pulpo…

Media parte, mensajes arriba y abajo, (Kaos como disfrutamos ¿eh?) y obviously más rondas del noble néctar de la cebada que fueron cayendo … Sigue el dominio del Barça al reinicio, y una vez más la Cofradía del Trébol de Cuatro Hojas Incrustado en el Culo que es el Madrid de este año, marca un gol de falta. Supongo que Las Ventas estaba cerrada y Sergio Ramos no tenía nada mejor que jugar a fútbol y marcó de cabeza… Kein problem, mein freund… De buen nacido es ser agradecido, y sobre todo ser ecuánimes, y si los de una portería del Bernabéu habían disfrutado de 3 goles blaugranas, pues los de la otra no podían irse de vacío. Henry desde su casa sobre la salida de Casillas, golete. Presión, miedo, canguelo…Sí, se nos notaba todo eso.

A partir de ahí meneo galáctico, y como en el cole, “la pelota es nuestra y vosotros no jugáis”. Rondo sideral, Messi entrando en el área para continuar con el vendaval dejando sentado a Casillas… Más minutos y la puntilla la dio el gran Gerard Piqué.

2-6

Así lo dejo, en línea aparte pq son dos cifras que ya jamás deberán ser explicadas con palabras, igual que el 3,1416 o el 69… Simplemente dividirá al mundo entre los que lo vieron, lo sintieron y lo disfrutaron, y los demás… El sumum, el jardín del Edén, el Valhalla, el Sétimo Cielo, una Happy Hour en el Riviera o lo que queráis… lo que vivió un culé a eso de las diez de la noche fue lo más parecido al clímax terrenal, del que nos privó el bueno de Adán por una mísera manzana, que jamás se haya conocido bajo los siete cielos…

Qué grande fue salir del bar, cruzar la calle y encarados directamente al Camp Nou, cual Meca culé, arrodillarnos y proclamar nuestra fe inamovible en la religión culé…

Ser del Barça és el millor que hi ha”, otra frase en la línea del “que bien se está cuando se está bien”, y que en días como estos, es realmente una realidad. Qué narices, ser del Barça es muy grande y cada vez más gente se da cuenta. ¡¡¡Eh mudita!!! La verdadera fe acaba saliendo, no se puede ocultar…

Raudos y veloces, con ese sentimiento tan cristiano de ayudar al que se ha caído, de auxiliar al necesitado y de no reírse del mal ajeno, fuimos derechitos a casa del Capitán para escuchar las radios nacionales, canales de televisiones no afines al barcelonismo y leer en Internet los primeros análisis de la prensa madridista… ¡Qué placer! Eso si que es grande, pq al fin y al cabo es lo que dura más y se paladea como la venganza, de forma fría. Los partidos no dejan de durar lo que duran, 90 minutos, pero lo bueno es contarlo… Un poco como el chiste famoso de que lo mejor de beneficiarse bíblicamente a XXXXX (sustituir XXXX por el personaje erótico soñado del lector) sino el contarlo y revivirlo luego… Así que escuchar a los caídos “mola mazo” como decía el rapsoda Camilo Sesto…

La luna nos esperaba y tras una fugaz cena de bocatas, bravas y cocacola, tocaba ir a catar la euforia de la ciudad… El Capitán Kane, Brother of Mercy y un servidor se fueron a tomar los bares de la zona bien…

Primero una parada a tomar el primer “agua-tónica”. “Semos” muy sanos nosotros y no tomamos alcohol. Lugar, un antro en que te dejan jugar a la Xbox en la barra (como cambian los tiempos). Momento sillón frente a dos guiris que no dio para mucho más… y a moverse.

De ahí al templo de la noche de las últimas semanas, nuestro Valhalla particular… Lo bueno, de ir con el Capitán Kane por el mundo es que conoce a las cantineras de todos los puertos de los mares conocidos “del uno al otro confín”, y eso como que anima mucho el estar en esos sitios, el que la camarera te dedique algo más que un mohín de altanería cuando te dice lo que cuestan las copas. Además, siempre se rasca algo, una copa gratis por no tener un par de rodajas de limón, unos chupitos por que ha ganado el Barça…

Noche de euforia, rubias nórdicas desatadas, manadas luperinas cruzando la sala, buena música de ayer, de hoy y de siempre, intentos de fotografiar escotes rusos algo fallidos y más agua tónicas para remojarlo todo… Gran ausencia de Tony Soprano en la pista de baile (¿lesión? ¿fiebre porcina?) y soberbias aperturas de juego de barra a barra del trío protagonista que ni el mejor Iniesta.

En la barra del fondo se acabó la noche… Con G, nuestra querida G, y su tremendísimo body y posturas variadas… Y con dos buenas mozas que se nos fueron acercando (o nosotros a ella) hasta que surgió el contacto… Morena de ojitos tremendos y rubita... Una vez más no triunfó mucho el currículo de informático, pero vaya, entrando por nuestra faceta deportista, llegamos a puntos comunes de interés: el correr. ¡Una corredora! ¡A las 3 de la mañana, en un bar de copas! ¡Sí hasta se tocó muslo. Si existe cielo es así ¿no? Lo dicho, era como el día perfecto, todo iba de cara, siempre encontrabas un puntito más, una cosa más, alguien con quien apoyarte en corto… Fue un buen final de fiesta… Lástima que al contrario que en la canción de Metallica, el “enter light” fue el “exit night”.

Últimas risas camino del coche con repaso del elenco de tías vistas. Obvio adjetivos para evitar sonrojos, que tres tíos eufóricos con un poco de alcohol encima (y eso que algunos “no iban de cubatas”) pueden ser muy muy fuertes.

Tras dejar a Brother, un último intento de ir a una disco donde la corredora y su amiga decían que iban a dejarse caer. No las encontramos al final, y el no encontrarlas y el agotamiento nos pudo. Últimos bailoteos, el líquido rezumando por nuestro esófago, y el sentimiento del deber cumplido.

El Capitán dejó a su grumete en la puerta de casa para que no se metiera en líos, y con las primeras luces del domingo despuntando, me fui al catre con una sonrisa entre labios, y recordando lo fácil que es tener un día genial a veces…

“Qué bien se está cuando se está bien”

Valquirias, séptimos cielos, nirvanas, jardineros del Edén, hey, mirad para otro lado que a mi aquí de momento me va bastante bien…


Canción del día: Cant del Barça de Barça. No podía ser otra la canción de este post. Resalto la parte de la estrofa

Blaugran al vent,
un crit valent,
tenim un nom, el sap tothom
Barça, Barça Barçaaaa

Qué bonitos nuestros colores al viento, qué valiente que es gritar nuestro nombre y qué orgullo que todos, incluso los rivales utilicen parte de nuestro himno (¿no se dan cuenta que es como una victoria?) Sin duda, todos nos conocen.

Som del Barçaaaaaaa !!!!

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