jueves, enero 24, 2008

Del "Eterno" al "Paisa"

AGB dedicado a: el "Eterno" por haberme aguantado tanto tiempo

Esta mañana al llegar a la oficina, entre algunos de los correos más o menos amenazantes hacia mi persona que pudiera haber invitándome a hacer cosas como si la vida de mucha gente fuera en ello, me he encontrado con uno especial. Me indicaban que ya podía pasarme a recoger por la segunda planta, por un garito llamado PCShop, mi nuevo portátil. Un modelo T61 de los portátiles que mi empresa suele utilizar.

El caso es que mientras lo subía para mi planta, como niño con zapatos nuevos, he caído en la cuenta de la experiencia vital que he tenido con mis máquinas a lo largo de mi carrera profesional. Como un flash de esos que dicen que tienes cuando vas a morir, por delante de mí han pasado a modo de recuerdo todos esos engendros del demonio a través de los cuales he ido produciendo en mayor o menor medida el sustento de mi cuenta corriente.

Quizás para mucha gente que pueda leer esto, seguir leyendo en adelante como hago un glosario de todos mis ordenadores pueda resultar tedioso y aburrido. Ningún problema, podeis hacer clic en el siguiente link y esta pantalla desaparecerá rapidamente http://www.marca.com/ Para el resto, la mayoría forzados trabajadores que comparten mi ramo laboral de “alicatadores del byte” pueden sentirse mayor o menormente identificados.

Volemos a los inicios del 2000. Entro en mi empresa y aún flasheado por todas las corbatas, moquetas y jerga empresarial avanzada, me entregan un primer portátil y me sientan delante de un ordenador de sobremesa para que empiece mi andadura. ¡Buf! Vaya tiempos. El portátil era un auténtico mamotreto que se ganó en mi memoria el apelativo de “El Ladrillo”, por su carencia de cualquier tipo de refinamiento funcional o estético. Funcional pq no cumplía con su cometido, realizar operaciones que a un humano le llevarían años o siglos. No, en mi caso, aquel portátil era más lento que yo. Compilaba el “Hello world” de Java en poco menos de 3 minutos (algo así como sumar dos números de una cifra con ayuda de ábaco de bolas en tres días). Resultado: sólo lo utilicé para leer correos, y escuchar música, y gracias.

Estéticamente tampoco era una maravilla. Creo que puede pasar a la historia por ser el único portátil que no tenía ni un solo canto redondeado. Todo ángulos rectos… ¡Vamos precioso! Si le tenía poco aprecio que ni recuerdo donde ni cuando lo devolví (¿lo tiré?). Todos aquellos meses los pasé trabajando con mi sobremesa que tampoco era una maravilla y del que sólo recuerdo una tapa móvil que servía para ocultar la disquetera, y que me pasaba el día abriendo y cerrando compulsivamente, para mayor disfrute de mis vecinos de mesa seguramente.

Pasados unos meses, cambio de proyecto, y promesa de nueva máquina de sobremesa. ¡Qué alegría que nos dieron a todos! Pasada la euforia del momento, la cosa no fue tan maravillosa. Pq las máquinas llegaron por partes. Primero la torre, la CPU. Pero sin unidad de CD, y una tarjeta de red incorrecta, y sin el pequeño detalle de la pantalla. Un simple detalle ¿no? El caso es que hasta que una semana más tarde no llegaron las pantallas, unos días después los CDs, y por último la tarjeta de red, la cosa estuvo de lo más entretenida practicando bricolaje, abre, cierra, monta, quita y pon, y ahora un briconsejo de jardinería. ¡Pero una vez montado todo, que descanso! Aquella máquina me acompañó cerca de 2 años durante muchas y muchas horas. Recuerdo hasta las dos pegatinas que le puse a la torre, de una promoción del departamento de Recursos Humanos de mi empresa que protagonizaban un negrito bien curioso, y una chica que se cubría la cara con un jersey. Supongo que lo hacía para evitar el ridículo de una promoción en que la dirección intranet de Recursos Humanos estaba equivocada. Típico. Bromas al margen con aquella máquina empecé de verdad a aprender a ser un profesional de esto, y también fue la máquina que vivió muchos episodios de mi relación de aquellos tiempos, con una chica holandesa (kippenvleugels). Cuantos y cuantos correos salieron y llegaron a aquella máquina. Una época muy entrañable en la empresa, cuando tenía poca responsabilidad y mucho que aprender, y una aventura vital de lo más curioso.

Pero los tiempos y los proyectos cambiaron, y hace unos 5 años, en el 2002, me ofrecieron cambiar mi ordenador de sobremesa por un portátil. Esta vez uno de verdad, de los que no pesaban casi como la totalidad de mi peso corporal, y que funcionalmente eran modernos y completos. Tras ardua decisión, ya que dejaba atrás un monitor enorme de 17’’ (era lo que se llevaba entonces, ocupaba media mesa) por un tecladito y una pantalla mucho más pequeñas, acabé aceptando el portátil. Un modelo T23. Una joya en aquellos tiempos. 1 Gb de RAM, Pentium III (corregido a instancias del Capitan Kane, iluso de mí creía q era un P IV) con un buen procesador. ¡Qué rápidas iban las cosas, que bonito se veía el Windows 2000!

Desconocía entonces que me iba a pasar tanto tiempo con él. ¡5 años y medio! De ahí que lo rebautizara como el “Eterno”. En un mundo en que una máquina queda desfasada en unos 2 años, yo aguanté casi 6 con la misma. Una delicia en todo caso… Me ha pasado de todo con ese ordenador, y ha pasado de todo por ese ordenador. Se me cayó una Fanta de limón al poco de tenerlo. Sí ya sé que os habréis escandalizado con esto que os acabo de decir, sí, soy de los que toman Fanta de Limón. El caso es que me acojoné un poco, porque la parte inferior izquierda del teclado dejó de funcionar, la máquina se me colgaba… Tardó unos días en secarse el plástico, y luego durante algunas semanas, hasta que se secó del todo, la tecla Ctrl, la Z, las mayúsculas de la izquierda, no funcionaban nada bien… Pero al “Eterno” le pasaron más cosas… Se le cascó el disco duro… Una plaga que afectó a todos los de sus especie… Enfermaban rápidamente, no te dabas cuenta, no te avisaban de nada y un día oías un ruido metálico, cla-cla-cla-cla, como a algo que rasca, y eso era lo último que se oía y veía antes de que el disco duro pasara a mejor vida. Requiescat in Pacem Discus Durum. Así que paseito con el “Eterno” a la PCShop para que me pusieran uno nuevo. Todo el contenido al garete (¿quién hace copias de seguridad?). A algunos compis les pudieron salvar el disco duro, al menos el contenido, aunque se dieron casos en que el proceso de backup permitía presenciar copias de archivos del tipo “XXX Unreal Sex.avi” que generaban alguna situación graciosa. Sea como fuere, el “Eterno” ha convertido cientos de películas bajadas de Internet a formato VCD, que luego se grababan con su incorruptible grabadora de CDs en discos que ahora ocupan espacio en mi habitación. El “Eterno” también tenía un mecanismo de seguridad infalible. Las teclas estaban borradas, al menos unas 10 no tenían ni rastro de pintura. Eso hacía que la gente ante mi teclado tuviera a veces problemas para teclear algo legible… Ah, y el “Eterno” también tenía apariciones marianas… No, no es que se me apareciera la virgen en forma de geniecillo del Word, pero si que tenía una mancha oscura en la pantalla que cualquier iluminado podría haber asociado con cualquier figura religiosa. Yo no la veía, pq a dos palmos de la pantalla apenas si se veía, pero indefectiblemente cualquiera que pasara por el pasillo se acercaba y me decía “oye que le pasa a tu pantalla?”. Y que entrañable era toda la basura que se había quedando incrustada bajo el teclado a lo largo de los años… Ni varias operaciones limpieza muy serias por el riesgo de crecimiento incipiente de setas pudieron dejarlo limpio del todo.

Profesionalmente, el “Eterno” vivió un mega proyecto de 3 años que culminó en un traspaso a la empresa de Willow y Kaos. A los mandos del “Eterno” me conocieron y a través de él empezamos a intercambiar correos que derivaron una magnífica amistad (esa sí que espero que se pueda llamar “Eterna” sin lugar a dudas). Y algo muy bueno tenía el “Eterno” que les encantaba a Willow y Kaos. El ratón… Una cucada, pequeñito, negro, óptico, con una ruedecilla de esas para hacer scroll translúcida iluminada desde dentro por una luz roja. Buf, la de veces que me lo pidieron “queremos uno, queremos uno”. ¡Propiedad de mi empresa, chicas! Tuve suerte de que no fuera morado que sino quien yo me sé directamente me lo habría robado. No, no podía dárselo, pero que conste en acta, y ellas no lo podrán desmentir que les regalé un “ratón” a cada una al finalizar el traspaso.

Luego a ese proyecto le siguieron un par de proyectos, uno de los cuales me ha llevado hasta mis días actuales, todos powered by el “Eterno”. Pero no hay nada realmente eterno en esta vida (nothing lasts forever decian los Guns’n’Roses en November Rain), y yo desde hacía ya muchos meses me fijaba en otros, me había cansado del “Eterno” y como un hombre infiel, empecé a desear a otras… máquinas…

Hasta que en septiembre llegó el momento. Mi coordinadora me dijo que se había liberado un T41. ¡Qué alegría! Por fin iba a poder dejar de hacer calceta entre algunas operaciones que le pedía al “Eterno” (que en los últimos años ya debía su sobrenombre al tiempo de computación que empleaba en todo). Así que al entregármelo, junto con el bautizo oficial, el “Deseado”, empecé la noble tarea de traspasar todo lo necesario de uno al otro. Toneladas de información innecesaria, directorios y más directorios caóticos, cosas duplicadas en mil sitios, archivos con chorradas recibidos de Intenet… Traumático. Además me enfrenté con lo más temido… conseguir que todos los programas y conexiones al mundo exterior acumuladas en el “Eterno” funcionaran en el “Deseado”. ¡Lo que me costó! No os podéis ni imaginar la de cosas que hay que configurar para que un día de trabajo normal pueda ser posible. Supongo que en tiempos pre-informáticos, la gente no sufría nada de esto. Nueva máquina de escribir, daba igual, el papel se metía igual, y las teclas eran las mismas… Nada más que aprender.

Que alivio fue el “Deseado”. Una resolución de pantalla magnífica, que me permitía ver muchas cosas a la vez (yo soy de los que cuanto más pequeñita se ve la letra en el monitor mejor), y con el “Eterno” era un suplicio, ya que todo se veía muy grande, y se estaba eternamente (otra vez justificando su apodo) moviendo el scroll para verlo todo. Además el “Deseado” vino con un poco más de memoria, y mucha más potencia de procesador. Por fin algo digno de mí y de mi persona… que se estaba dando el caso de novatillos que llegaban nuevos y tenían mejores máquinas que yo… Ni hablar esto ha de ser como la mili, donde se ha visto que el Corneta coma mejor rancho que el Teniente…

Así que el “Deseado” y yo nos hicimos rápidamente amigos, pero la fortuna me deparaba un giro inesperado. La empresa madre de la filial en la que estuve estos tres últimos años, me dijo que me repescaban. Muy complicado. Del 2000 al 2o04 estuve en la empresa madre, y del 2004 al 2007 en la filial. Pues desde el 2008 vuelvo a la madre. Y ¿que significaba eso? ¡Más pastaaa! [Que materialistas que sois todos]. Más pasta, sí, pero sobretodo máquina nueva… Sí, en cuatro meses pasé del “Eterno” al “Deseado” para acabar cayendo en brazos del “Breve”. Una nueva versión de portátil iba a reemplazar el T41 que era el “Deseado” para pasar al T60 que era el “Breve”.

Me entregaron el “Breve” a principios de enero. Máquinorro más potente. Dual Core, 2GHz de procesador, resolución de pantalla enorme, 2 Gb de RAM… una delicia. Pero vengaaaaa, otra vez a traspasar las cosas de un sitio a otro. Por suerte esta vez las tenía más frescas que con la llegada del “Deseado” y completé el proceso en 2 días…

¿Pero pq el “Breve”? Pues pq si nos acordamos del inicio del post, el portátil que he ido a recoger esta mañana NO es el “Breve”. Sólo ha pasado un mes desde el “Breve” y me han asignado otro. Es un T61, en lugar del T60. Pocas diferencias. Pelín más de procesador, y la pantalla es apaisada, de ahí que ya tenga nombre mi nuevo portátil, el “Paisa”. Nuevamente me esperaba proceso de transferencia de datos, renovación de conexiones, etc… pero creo que he optimizado al máximo el proceso, de manera que en menos de 4 horas estaba ya trabajando con mi nuevo portátil a todo gas [bueno esto es un decir, a todo el gas que quería]

Sólo espero que el “Paisa” me dure muchoooo tiempo y no tenga que hacer ninguna nueva migración que ya sería un poco pesado el tema. Además no creo que me acabe esta máquina hasta dentro de un par de años…

Todo un periplo de máquinas el que he seguido en estos 8 años, el “Ladrillo”, el “Eterno”, el “Deseado”, el “Breve” y ahora el “Paisa”… No sé, a muchos les puede parecer algo sin mayor trascendencia, pero nuestra máquina es nuestra herramienta de trabajo, alguien con quien pasamos horas y horas a diario, y yo les acabo cogiendo cariño. Es como el coche de Fernando Alonso, la raqueta de Rafa Nadal, la p…. de Nacho Vidal, lo que nos ayuda en nuestro día a día profesional…

Además yo soy bastante fetichista en cuanto a los objetos… Un día dedicamos capítulo exclusivo a mis obsesiones fetichistas (que nadie se disfracé con ropa de cuero y látigos, no va por ahí, desquiciada audiencia).

¿Tenéis alguna historia de amor/odio con vuestros ordenadores, portátiles?


Canción del día: November Rain de Guns'n'Roses ¡Qué bonita canción! ¡Qué bonito video! Y qué bonita estaba la novia de Axl Rose en el video cuando iba de novia al altar enseñando la liga.

So never mind the darkness
We still can find a way
Nothin' lasts forever
Even cold November rain

No tengais miedo siempre se puede encontrar la forma

Etiquetas: ,

viernes, enero 18, 2008

En brazos de Tino

AGB dedicado a: A la del 1º B con tendedor grande y trastero grande ¡Qué alegría podré elegir en que sitio grande duermo de los dos!

¡Cómo puede ser! 17 de enero y ya empiezo a fallar a uno de mis propósitos de inicio de año: escribir más/escribir más en mi rincón anti-agobio.

Días ocupados para un servidor desde la mudanza a mi nuevo piso. 12 días se cumplen hoy de resistencia numantina en mi nueva morada… Bueno, tampoco debería exagerar. Nada de eso, realmente me siento muy a gusto en el piso. He de decir, y como le digo a casi todo el mundo al que veo en persona y me pregunta, que ha de pasar más tiempo para que me aposente y tenga una opinión más definida al respecto del cambio, pq literalmente no paso tiempo en el piso. Al menos no paso tiempo consciente, que un mínimo de 7 horas durmiendo estoy, pero esas horas como que cuentan poco ¿no? Del resto, horas despierto, si me paro a contar, pues apenas paso dos o tres cada día. Así que si pusiéramos todas las horas de vida consciente una detrás de otra, como en el anuncio aquel del Fairy en que ponían unas mesas larguísimas para decir que lavaba más que los demás lavavajillas, pues si hiciéramos eso, y las horas fueran como platos, vamos, en una mesa chiquitina cabían todos… [Jope empiezo bien ya con mis analogías]

Pero en general, la experiencia está siendo buena, y tras algún día de duda me estoy entusiasmando. Las dudas las achaco a un dolor de muelas, mezclado con fiebre y malestar general que me vino todo de golpe en 3 días, como resultado del esfuerzo del fin de semana de traslado. Buf, se me hizo muy durilla la noche del miércoles. Pero uno tiene unos genes como toros [segunda analogía barata] y me sobrepuse, y mi alegría y optimismo me echaron para adelante. Como me llama mi amiga Willow a veces, el caracolillo, sacó sus cuernecillos al sol [esta analogía de cuernos, por favor tomémosla en lectura caracol y no en ninguna otra por favor] y otra vez le volví a pillar el gustillo a vivir solo.

Voy descubriendo cosas de mi piso. Esas que a veces no se ven cuando vas poco. Por ejemplo mis vecinas. A la peña masculina, que nadie se imagine ya a rubias de largas piernas subidas a tacones imposibles presentándose en salto de cama a pedirme una taza de azúcar. Bueno, lo de los tacones si se puede dejar presente. Y es que tengo dos vecinas en la planta de arriba, una mujer y su hija, que creo que confunden su casa con Pasarela Cibeles, o están preparando ya los castings de Supermodelo 2008, porque me deleitan muy a menudo con paseos taconiles sincopados que perturban mi concentración… Nada grave, y tras unos cuantos días, como el que vive al lado del aeropuerto, he aprendido a no oír las pisadas tanto. Mi piso pertenece a una finca ya vieja, y supongo que el aislamiento acústico no sería el fuerte del arquitecto, así que a veces sufro de zapateados intensos…

También he descubierto que deberé comprar cortinas (sí, no tengo cortinas todavía) para evitar que por alguna rendija de la puerta del balconcito que da a mi dormitorio se cuele algo de aire, que con el vendaval de estos días en Barcelona, y el hecho de que viva en una cuarta planta, ha hecho que a veces, durmiendo sintiera como si alguien me soplara en el flequillo. ¡No puede ser! Intentaré aprovechar todas aquellas horas de las tardes de domingo viendo Bricomanía, que creía estériles e inútiles, para poner algo de cinta que aísle el espacio milimétrico por donde se filtra un poco de aire. Con eso y cortinas (pánico, creía que ya todo lo jodido de escoger estaba escogido y quedan las cortinas) creo que mi dormitorio quedará finiquitado.

Por el resto todo muy bien. Eso sí, tengo unas ganas de dormir más de 7 horas seguidas, y es que me muero de sueño. Por fortuna, ya he marcado la noche del viernes al sábado para tener mi cita de lo que llamo higiene de sueño (dícese de dormir una noche seguida sin poner despertador, aguantando como un jabato horas y horas planchando oreja, y despertarte con los primeros rayos de sol, para tras paso por el lavabo, volver a zambullirse entre los brazos de Amorfo, Morfeo o como se llame, hasta las mil. Amen).

Para tan noble tarea, además con la ayuda de uno de los grandes inventos de mi nuevo piso, que no es otro que mi cama. [Nota para la audiencia masculina: NO, tampoco es una cama de agua como vuestra mente calenturienta pudiera imaginar que me haya comprado. No]. A instancias de mi chica, que me “rayó” (como dice la juventud de ahora) día y noche, noche y día (con sus mediodías y atardeceres incluidos), acabé comprándome un colchón de la marca esa que anunciaba Constantino Romero, y que tiene nombre de principado de la Riviera francesa, que empieza por “Lo” y acaba en “Monaco”, así que para los poco espabilados vendría a ser un colchón “Lo Mónaco” de látex. Valen caretes, pero escuchar la voz de Xavi: son mano de santo. La primera noche lo noté raro, por eso y por un molesto granito que me salió en la rabadilla, pero desde entonces… lágrimas, dolor, aflicción, pena profunda y una inmisericorde turbación, inundan todo mi ser, cuando al alba y con fuerte viento de levante (que diría don Federico Trillo) el despertador suena, y rompe mi idilio con Tino (venga ya le he puesto nombre a mi colchón). Terrible, pero sé que voy a disfrutar mucho en ese colchón [risas malévolas, chistes fáciles y picaresca de tercera son plenamente aplicables en este punto].

Así que, no sé cómo se verá desde fuera, pero bien ¿no’ Me queda mucho más que contar. No conozco a casi ningún vecino, salvo el de mi misma planta, que está feliz, pq, y son palabras textuales “ja sé que si em moro tu estaràs aquí al costat” (que en la lengua del Estado sería algo así como “ya sé que si me muero, estarás tú al lado”). Genial, no, aquello que te da un buen rollito cada vez que tocan el timbre. Pero ya hablaremos de él. De los demás, nada de nada. Una pareja que se discutía un día. Los del entresuelo primera que creo que eran una pareja gay (tenían su plaquita del buzón con el arco iris) ya no son los que ahora viven. Otros que tiene apellido de plataforma de desarrollo de software (.NET)…

Mis primeras experiencias en la cocina, la película “Tú la letra y yo la música” que estoy viendo en trocitos de 15 minutos mientras desayuno, mi sofá que es primo hermano de Tino en comodidad, mis noches sin Internet, mis dudas sobre donde colgar el rollo de papel de water… Tantas historias que faltan por contar, pero será en la próxima entrega…

Que tengáis buen fin de semana, o lo que sea hoy cuando lo leáis. Yo como Gloria Gaynor, sólo puedo deciros para despedirme que…

At first I was afraid… but I will survive…

Canción del día: Sirena varada de Heroes del Silencio. Nada que ver con el post pero la escuché ayer mientras trabajaba y no pude parar de tararearla para mis adentros el resto del día
Sirena, vuelve al mar,
varada por la realidad.
sufrir alucinaciones
cuando el cielo no parece
escuchar

Etiquetas: , ,

lunes, enero 07, 2008

Liveslow

AGB dedicado a: mi nuevo piso

Una habitación de paredes blancas, muy blancas todavía. A mi espalda una enorme librería que recoge decenas y decenas de libros y revistas, CDs y DVDs también. Bajo mis manos un teclado sustentado en una enorme mesa de color claro. Y entre esas cuatro paredes blancas, muy blancas todavía, suena en un tono deliberadamente tenue la voz del gran Frank Sinatra entonando el célebre “My way”, una canción muy apropiada para este momento de paz que busco.

Son cerca de las 20:30 de la noche de este domingo festividad de los Reyes. En la boca una sensación de sequedad de quien sabe que ha comido demasiado más de lo que hubiera debido, y que me pide que haga todavía muchoooo tiempo antes de comer algo llamado cena, que será muy ligera seguro. Y que mejor que utilizar ese tiempo en escribir algo. Sobre algo que no podía ser otro que el hecho de estar entre estas cuatro paredes blancas, muy blancas todavía.

Ya me he mudado. Estoy en mi nuevo pisito. Ayer consumé la mudanza y dormí mi primera noche, no entre las cuatro blancas paredes de esta habitación, sino entre otras cuatro blancas paredes de mi dormitorio. Mi dormitorio, mi estudio… que raro que me suena, pero ahora todo lo que me rodea es “mi” algo… Lo que decía, ayer 5 de enero de 2008 supuso el inicio de otra fase de mi vida, de la que espero sea como las anteriores sino mejor en cuanto a felicidad.

He de decir que me siento algo raro. Estoy tecleando estas líneas en el mismo teclado, del mismo ordenador que hasta hace un día estaba en otro sitio, pero la situación es tan diferente. También debería admitir que ayer sentí un montonazo de cosas. Creía que no sería así, pero así fue. Hice muchas idas y venidas desde casa de mis padres (mi casa) hasta mi piso. Y en todas las veces que salía de mi antigua casa sentía el hormigueo de quien se va. Pero no como otras veces para estar 6 o 7 días fuera de viaje. No, esta vez el viaje es de los que duran mucho más muchísimo…

También noté la trascendencia que llevaba implícita la situación, ya que en todo momento sentía de forma acentuada la proximidad que siento por mi madre y mi padre. Les echaré de menos. Viviendo con ellos, en muchos momentos los habría estampado contra la pared, pero después de 24 horas en mi nuevo piso, una de las cosas que he sentido más dentro, es saber que ellos no están “por ahí”. Ya no les oiré gritarse el uno al otro por estar algo sordos ya, ni sentiré a mi madre pasar cerca de mi habitación cantando cualquier zarzuela, ni a mi padre ir y venir de la calle después de ir a comprar cualquier cosa… Es raro, pero sientes que en una casa en que sólo estás tú, precisamente pasa eso, que sólo estás tú. Aunque muchas veces apenas veía a mis padres media hora durante la cena y el resto del tiempo estaba en mi cuarto, ellos “estaban” ahí.

Tampoco es que la cosa haya de ser más trascendente, pero soy muy sentimental para algunas cosas. O mejor dicho, simbólico. Me encanta ver simbolismos o captar de forma especial algunas cosas o momentos de la vida. El beso que le di a mi madre ayer cuando me fui para mi piso, no fue y no puede ser uno más. Y así lo recordaré siempre. De hecho casi todos los momentos de este fin de semana pasarán a mi agenda de cosas “que no se deben olvidar”. Hacerlo significaría no darle ninguna importancia y entonces no sería yo…

Hoy no voy a explayarme mucho más en el tema del cambio de piso, no es cuestión de aburrirme a mí mismo, ni a la audiencia, pq además creo que no tengo claro todo lo que comporta la situación, y el tiempo me irá ordenando las cosas. Esta mañana, por ejemplo, me he dado cuenta de algo que ayer me preocupaba. Bueno tampoco es que me preocupara pero notaba que algo me rondaba la cabeza. Hoy he entendido que en el nuevo piso “no tengo que hacer nada”. Ayer tenía la sensación de que tenía que hacer algo. Qué narices, simplemente he de “estar” o “ser” nada más, como hacía hasta ahora, simplemente vivía en mi casa. Aquí también, se acabó el creerme que estoy invitado en mi propio piso…

Una sensación… en próximos posts seguro que voy descubriendo más.

Pero me gustaría acabar con el tema estrella de hoy. Todas las compras de los últimos días, que convierten a la especie humana en algo parecido a hienas hambrientas en los centros comerciales, han tenido su punto culminante. Los Reyes Magos de Oriente han repartido todos esos regalos entre niños y adultos. ¿Habéis tenido suerte?

Yo la verdad, uf, que frase más horrible empezar por “yo”, bueno el caso es que un servidor ha tenido mucha suerte. Papis, hermano, novia y suegros me han dejado un montón de cosas que me han hecho mucha ilusión.

• Un par de juegos de colonias de los típicos pero que me son muy necesarios (tengo cierta aversión a entrar en las tiendas de perfumes).

• Un magnífico cinturón (disculpad los adjetivos tan horteras que utilizo, parezco el Principe Felipe contando lo que le regaló Leticia el día del compromiso) que me irá de perlas ya que estaba en casi números rojos de cinturones y con este podré cambiar más.

• Un camino de mesa de esos que creo que se ponen en las cenas chulas (nada de plásticos de colores)

• Un curioso juego de aceiteras, vinagreras y demás con sistema de spray (que cosas que venden en las tiendas modernas de hoy en día)

• Un cronómetro de cocina para contar el tiempo que el pavo, el estofado o lo que sea se ha de estar cociendo (hmmm… pero si no voy a pasar de la tortilla en muchos meses, no?)

• La película de “Los Simpson” en Blu-Ray gentileza de mi chica (de p… madre, si no fuera pq no tengo Blu-Ray) pobreta, vio que tenía muchas cosas extras pero no se fijó en ello. Un solete pero no está tan al día de la tecnología, así que tocará cambiarlo…

• El libro de Ken Follet “Un mundo sin fin” (geniaaaal). Seguro que lo habéis visto en toda librería, centro comercial, gasolinera y estudio de quiromancia que hayáis visitado estos días. La segunda parte de la gran “Los pilares de la Tierra”. Creo que será el libro del año. No por su calidad, de la que no dudo, sino más bien porque un año será duración mínima de lectura del personal.

• Y finalmente, una alfombra para la puerta de mi piso. Creo que este último será el regalo que más recordaré de estos Reyes toda mi vida.

Curioso que diga que un felpudo de esos que se pisan antes de entrar en una casa sea mi regalo favorito. Pero es que es genial. Si no lo he hecho mal, debería estar por aquí colgada una foto que he hecho con el móvil. Es un caracol que parece muy feliz, cabeza erguida, cuernos bien alzados… Sobre él una palabra “Liveslow”. Mi traducción sería algo así como “Vive despacito”. Eso va a ser lo que vea cada día al salir de mi nuevo piso, o al entrar, y lo que todo el mundo que venga a visitarlo verá… Y me encanta pq entronca de lleno con la filosofía del “No te agobies, Xavi”, y me define por completo. Despacito por la vida, no hay que tener prisas. Todo llega tarde o temprano. Mi ritmo es el único que vale, no el de los demás. Así siempre he vivido, y así siempre me han salido bien las cosas. Así que quizás a la velocidad del caracol según habrán visto muchas personas, pasito a pasito, pero he conseguido completar el traslado.

“Liveslow, Xavi” así es “My way” le diría al bueno de Frank Sinatra. Y seguro que el respondería con otra frase que es ya mítica canción: “The best is still yet to come”.

Por último desde aquí me gustaría agradecer a todas las personas que me han ayudado en este paso final a la independencia. Las frases de ánimo han sido siempre algo vital para el caracolito que soy. Mi chica la primera por supuesto (por ser la decoradora titular), mis papis (porque sin ellos no sería nada en este mundo), mi hermano (por ser la estrella que siempre me ha guiado), mis amigos cercanos (Netrandom, DJ Anthony, etc), mis compis de curro (Kane, Lady A++, …), y por último, pero hoy más que nunca, last but not least, Willow y Kaos, por ser la fuente de inspiración que me hizo ver que mi vida tenía que vivirse para adelante, enterrando el pasado, y sin miedo a dar ningún paso, por complicado que pareciera. Y claro tb por ser las que le daban un empujito al caracolito cuando se paraba en exceso a contemplar el paisaje.

Buenas noches a todos y todas. En cierta manera, entre estas cuatro paredes blancas, muy blancas todavía, empieza por así decirlo, el resto de mi vida.

Canción del día: The best is still yet to come de Frank Sinatra. Una gran canción para todos los optimistas, entre los que me creo contar:

The best is yet to come, and babe won't that be fine
You think you've seen the sun, but you ain't seen it shine

Etiquetas: , ,

miércoles, enero 02, 2008

El dragón australiano

AGB dedicado a: los dragones australianos

Esta Nochevieja pasada la celebré entre amigos en casa de una pareja amiga. La noche fue como siempre entretenida, cena en modalidad "yopongo" (yo pongo esto, yo pongo lo otro, yo pongo aquello, etc) y amena conversación con muchas de las mismas anécdotas, que no por sabidas nos dejan de hacer gracia… Nada de cotillones en discotecas, ni cenas en restaurantes a precios prohibitivos, todo más casero para un resultado similar…

El caso es que de la noche, junto con el buen rollo reinante, me quedo con dos grandes momentos que me brindó el anfitrión El primero cuando me enseñó el dragón australiano que tienen su casa. Que nadie se imagine a un monstruo de 10 metros de largo, alas y de los que sacaban fuego por la boca para mayor gloria de caballeros errantes con ganas de perderse entre las enaguas de princesas atormentadas. No, nada que ver. Un dragón australiano es como una especie de iguana pequeña, de 20 o 30 cm de largo que vive en terrarios parecidos a los de las serpientes. El tío, o sea el dragón, estaba muy quieto, con el cuello estirado, y bastante ajeno al inminente cambio de año (cosa que me volvió a recordar que los humanos somos bastante artificiales en muchas cosas). Una cosa curiosa de ver, y más curioso el imaginar cómo se debe zampar los grillos vivos que le tienen que dar cada tanto para que tenga una dieta equilibrada. Un poco asqueroso sí, pero el resto del tiempo come frutita.

Pero esto, con ser curioso, no dejó de ser una anécdota. Lo que más me hizo pensar fue la pregunta que lanzó al aire el anfitrión (creo que en el momento en que varios ya teníamos un vaso de Absolut en las manos) ¿Qué propósitos tenéis para el nuevo año? La verdad es que no suelo ser muy de hacer falsas (o futuras falsas) promesas en estos días del año. Básicamente pq no soy muy de autoengañarme con cosas irrealizables, lo que quiero hacer lo hago, y lo que no, pues no, pero no acostumbro a hacer planes de mejora humana el día 31. Así que cuando me lo preguntó no supe muy bien que responder. "Sobrevivir" creo que fue lo que respondí… muy en la línea de los "Jubilarme" o "Que me sigan haciendo feliz" que soltaba la gente, o sea, nada en concreto.

El caso es que volviendo a casa ya de madrugada avanzada, y intentando no pisar alguna vomitona que había en el metro, me planteé que si lo miro fríamente este 2008 será un año "interesante" de vivir (tiene toda la pinta), y en que bien vale la pena hacer algún pequeño intento de lista de propósitos, deseos, inquietudes, etc. Dentro de un año tocaría hacer balance… Veremos que sale.

1)En el terreno profesional vuelvo a mi antigua empresa. Ahora estaba en una especie de filial de la casa madre, de la que ya fui empleado durante 4 años… Es un buen cambio del que espero me debería dar nuevas oportunidades de progreso, formación… y más euros en mi cuenta corriente… Como contrapartida, me seguirán pidiendo más responsabilidades y más liderazgo, que se viene a traducir casi de forma proporcional en horas invertidas, sobreesfuerzos y poner la cara cuando las cosas se tuerzan… Todo por la causa.

2) Debería cambiarme de coche. Mi bólido empieza a ser pelín coñazo de conducir. Nada grave pero el coche más feo, y barato del mercado parece una nave espacial al lado del mío, y plantearse hacer viajes largos se antoja imposible. Objetivo, que sea antes de verano. Problema, soy pelín lento de toma de decisiones así que el proceso de selección puede agobiarme algo, más si se conoce el detalle de que los coches no me apasionan. Buscaré consejo de todo el mundo que se ha ofrecido voluntario a asesorarme.

3) Seguir mejorando como pareja. Esto siempre debería ser así, pero este año se me antoja clave. Sigo sin entender mucho a las mujeres, pero voy pillando el tema. Después de año y medio con mi chica, creo que la cosa funciona, y espero que el punto 4 sirva para afianzar más la cuestión, y si es posible llevar la relación a un nuevo plano.

4) Vuelo del nido definitivamente. Este sábado, si nada se tuerce. Tras muchos tiras y aflojas, y una gran parte de vagancia por mi parte, at last, me voy a ir a mi nuevo nidito. Me hace mucha ilusión, aunque hubo una fase de este año de preparativos en que casi me echo atrás (cuestión de vagancia, of course). Espero muchas cosas de esta nueva etapa claro. Aprender de mi, entender quien soy yo en verdad, mirar en mi interior, preguntarme mi cometido en el universo… cosas todas ellas, que quien me conoce sabe que son una broma como un piano, nunca he sido tan profundo. Simplemente espero espabilarme un poco, y prepararme para el resto de mi vida, en que por desgracia las cosas no se harán solas y tendré que hacerlas yo: para mi familia, para mis papis cuando sean más viejetes, etc. También creo que me irá bien. Tengo algo de ganas de ir más a la mía sin tener que rendir cuentas a nadie, y aunque mis papis son muy buenos, no dejan de ser como las cámaras de Gran Hermano, están ahí, y quieras que no, por mucho que te olvides, algo influyen.

5) Conseguir cristalizar por fin mi viaje de gorra a Mañolandia DC para ver en su hábitat natural a Willow y Kaos… Esta primavera tiene muchos números, pero si no… bueno si no, ya se encontrará el día.

6) Y este es el más importante de todos (bueno no es así pero en cierto modo puede ser que si por su simbolismo) quiero escribir más por aquí. En este canal. Os explico el porqué en adelante.

Una de las cosas que este 2007 me ha preocupado es el abandonar este rinconcito mío. Bueno tampoco es preocupar, pero si una de las cosas que más he echado en falta. Me dio muchas alegrías en el pasado, pero la llegada de mi chica, y algo de desajuste interno en cuanto a las ganas de escribir, me echaron para atrás… Digamos que llegué a un punto en que ya no había más que decir… Nothing left to say, que dicen en un montón de canciones en inglés, y que queda tope guay, si luego dices “baby” y “I miss you” a que sí… Al tema… Nada más que decir. Y si no tienes nada que decir, nada hay sobre lo que escribir, ni tan siquiera para mí, que de una frase sacaba un post de kilometro y medio.

Pero el irme a vivir solo va a ser un filón ¿no? Me veo escribiendo alguna noche con el pelo chamuscado después de un intento fallido de cena, o escribiendo embutido en una camisa no del todo bien planchada, o avergonzado por haber tirado la enésima bolsa de comida caducada… Chicos, chicas, Xavi el del "No te agobies" va a estar "Sólo en casa", "Sólo ante el peligro" o como queráis llamarlo. Calcetines que no aparecen aparejados en el cajón de siempre, carros de la compra que empujar a la caza de un paquete de harina en un super, mis pantalones, mi tabla de planchar y un servidor juntos en una habitación, o el momento en que intenté averiguar cuantas vueltas le deben quedar a la lavadora para acabar de encoger a gusto mi sudadera favorita.

Este va a ser mi rincón para la esperanza. Obviamente, junto con las anécdotas prometo escribir todo lo que voy sintiendo también. ¿Me sentiré sólo? Creo que no, ya que he sido bastante solitario yo, o digámoslo de otra forma, creo profundamente en que las personas necesitamos de tiempo solos. Pasar tiempo a solas es higiénico para el alma, te da tiempo para escapar de todo, y te relaja para cuando estás con los demás. Nadie te puede querer más que ti mismo, así que como negarse de vez en cuando ese placer de estar a solas con la persona que más te conoce de este mundo.

Mato ya al filósofo barato que estaba empezando a aflorar y me reto a mi mismo a escribir con asiduidad de todo lo que supone mi nueva vida, y dejarme de tantas monsergas.

Además en el nuevo piso no tendré internet hasta dentro de unas semanas, así que es probable que el tiempo que esté off-line lo dedique a escribir para postearlo al día siguiente. No hay excusa.

En cualquier caso, espero las muestras de apoyo muy en la línea del título de mi blog. En estas semanas y más que nunca me merezco oír tantas veces como sea necesario mi querido “No te agobies, Xavi” (Willow Inc. All rights reserved).

Pero dejadme acabar deseándoos a todos los que leáis mis desvaríos, una buena entrada de año que presagie 365 días de alegría.

FELIZ AÑO NUEVO 2008 !!!


Canción del día: Independence day de Bruce Springsteen¿he dicho alguna vez que me gusta Bruce? En esta canción habla de un chico que se va de casa, se independiza. En la canción el etma va ded que no se entiende con su padre, que no es mi caso pero es una canción muy bonita.

Well Papa go to bed now it's getting late
Nothing we can say can change anything now
Because there's just different people coming down here now
and they see things in different ways
And soon everything we've known will just be swept away

¿Qué os parece?

Etiquetas: ,